Gripe del tomate, el nuevo virus que enciende alarmas: ¿qué es y cómo prevenirla?

La pandemia por la COVID-19 y la constante evolución del virus ha llevado a las autoridades sanitarias y científicas a ser mucho más cuidadosas con las nuevas enfermedades que comienzan a afectar a la población en determinadas zonas del mundo, analizando su desarrollo y la forma en la que puede frenarse su propagación para evitar que se convierta en un problema mayor.

Esto es lo que sucede, precisamente, con un nuevo virus que fue detectado en India; se trata de la gripe del tomate o fiebre del tomate, la cual se cree podría ser un efecto secundario del chikungunya o el dengue, o una variante de la enfermedad de ‘manos, pies y boca’ provocada por el virus Coxsackie; de hecho, serían los menores de 5 años los que serían más propensos a contraer dicha infección, según se da a conocer en un artículo publicado en ‘The Lancet’, realizado por Vivek P Chavda y Kaushika Patel, del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, del College of Pharmacy de Gujarat, en India.

Y es que, es exactamente en India donde fueron identificados los primeros casos, el 06 de mayo del 2022, y hasta el mes de junio se tenía el registro de más de 80 menores infectados en distintas zonas de dicho país, por lo cual ya se han comenzado a implementar medidas para frenar su propagación.

Lo cierto es que es muy poca la información que se tiene hasta el momento sobre esta enfermedad, lo que ha llevado a los expertos a iniciar investigaciones exhaustivas; y aunque se cree que no pone en peligro la vida, los profesionales advierten que “si la 'gripe del tomate' en niños no se controla y previene, la transmisión podría tener graves consecuencias al propagarse a los adultos", según se explica en el artículo.

Los síntomas

La gripe del tomate puede llegar a ser muy contagiosa, pero son los niños los más propensos a contagiarse a través del contacto cercano, al usar pañales, tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca, entre otras formas. Cuando la infección se desarrolla, uno de los síntomas más comunes es aquel por el cual este padecimiento recibe dicho nombre, pues se trata de ampollas rojas y dolorosas en la piel que crecen gradualmente hasta alcanzar, incluso, el tamaño de un tomate.

También hay otros síntomas que son similares a los del chikungunya o la viruela del mono, con los cuales se puede identificar la gripe del tomate, como lo son la fiebre alta, el dolor fuerte en las articulaciones, irritación, fatiga, náuseas, vómito, fiebre, diarrea, deshidratación, dolores corporales entre otros.

¿Cómo tratarlo y prevenirlo?

Es importante saber que aún no existe un fármaco específico para curar la gripe del tomate, sin embargo, la forma en la que se trata es similar a las otras enfermedades mencionadas anteriormente: con terapia de apoyo para fiebre y otros medicamentos para los síntomas, aislamiento de 5 a 7 días desde el inicio de los síntomas, descanso, buena hidratación y una esponja con agua caliente para aliviar la irritación y las erupciones en la piel.

En cuanto a la prevención, tampoco se han desarrollado vacunas hasta el momento, pero los expertos recomiendan “el mantenimiento de una higiene y desinfección adecuadas de las necesidades y el entorno circundante, así como evitar que el niño infectado comparta juguetes, ropa, alimentos u otros artículos con otros niños no infectados”.