Por: Prensa UNAL • Colombia.com

Salud mental en la pandemia: los efectos presentes y futuros en la población

Expertos revelan cómo ha influido la pandemia en la salud mental de las personas; hablando sobre las consecuencias en el presente y las que se verán reflejadas en el futuro.

Casos críticos por COVID-19 podrían tener alteraciones en su salud mental. Foto: Shutterstock
Casos críticos por COVID-19 podrían tener alteraciones en su salud mental. Foto: Shutterstock

Expertos revelan cómo ha influido la pandemia en la salud mental de las personas; hablando sobre las consecuencias en el presente y las que se verán reflejadas en el futuro.

Los pacientes que estuvieron muy severos o críticos durante la pandemia por COVID-19 tendrán alteraciones sobre su desempeño mental, como encefalitis, demencias, síndromes de abstinencia o ansiedad, que requieren manejo terapéutico por meses.

Así lo describió Miguel Cote Menéndez, jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN), quien recordó que la consulta de esta especialidad se ha elevado en este centro hospitalario en un 300 %, sobre todo en personas de menores de 30 años con ideación suicida por ansiedad, y en los mayores de 50 años por depresión.

A su vez muchas personas no recuperan el sueño a causa de su idea cercana a la muerte o a volver a estar en una UCI, un cuadro que se conoce como “delirium hiperactivo” y que hoy la mayoría de estos pacientes sobrepasa.

“La conducta agresiva contra instituciones y personas podría ser un efecto de la pandemia, las personas necesitan buscar otros espacios para el relajamiento”, sostiene el especialista en Psiquiatría, y magíster en Psicología Clínica y de la Familia, quien además es docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

En el programa de perspectivas de la pandemia, ‘Alteraciones en la salud mental. ¿Que nos está pasando?’, transmitido por el canal del HUN, el docente recordó que al inicio de la pandemia en las consultas por psiquiatría se veían especialmente personas que ya tenían una adicción de base y a raíz de las cuarentenas agudizaron sus síndromes y pausaron sus procesos de rehabilitación. 

De igual forma, los cambios en rutinas y hábitos, el aumento exponencial de la convivencia familiar, la incertidumbre laboral y la soledad, desencadenaron el aumento en las consultas de psicología por cuadros de violencia intrafamiliar y estrés.

Por otra lado, la Encuesta Nacional de Salud Mental y Efectos de la Pandemia adelantado por el DANE en agosto de 2021, dejó ver que el 52 % de los jóvenes tenían uno o dos síntomas de ansiedad, pero que mientras su estabilidad o sus bienes básicos de consumo estuvieran garantizados, consideraban que su estado de salud era bueno, una contradicción, ya que Naciones Unidas identificó que más del 75 % de las personas en el mundo que tienen síntomas de salud mental no recurren a atención médica y nunca reciben tratamiento.

Según el doctor Cote, lo que habría que revisar es si la respuesta emocional de los individuos se sostiene en el tiempo y se sigue expresando a través de la represión de emociones, el sufrimiento intenso o las complicaciones asociadas y agudizadas por falta de atención.

Durante la pandemia, las actividades recreativas se redujeron dramáticamente, por lo que el panorama cambió dejando como principal fuente de recreación la familia; también aumentó el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, según el estudio del DANE.

Aumentó el consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas. Foto: Shutterstock
Aumentó el consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas. Foto: Shutterstock

Al mismo tiempo, las personas que venían consumiendo sustancias psicoactivas tuvieron que reprimir su consumo o visibilizarlo, situación que también se constituyó en un detonante para la atención en salud mental.

Estrés postraumático

Mientras la COVID- 19 ganaba terreno, en la sociedad aumentaban los cuadros de estrés en el paciente y su familia, cambios en su alimentación y aumento de la ideación suicida, en el que muchas personas no toleraban la enfermedad ni su convivencia con ella.

Este escenario, según el doctor Cote, sumado a los cuadros de salud mental de inicio de la pandemia, empezó a evidenciar casos en familiares con síndrome postraumático por atención directa de COVID-19 o por ser parte de un grupo familiar que soportó el paso de la enfermedad.

La otra situación que se ha encontrado en la atención clínica de la salud mental es que el paciente consulta porque no cree que va a seguir vivo. “Perder esta parte espiritual y el sentido de la vida hace que tenga miedo a asumir roles en su familia, que ha puesto a otros miembros que no tenían un rol de liderazgo en las dinámicas familiares a asumirlas de manera forzada moviendo las posiciones y dinámicas de la familia. Este fenómeno es conocido como el síndrome del sobreviviente, una situación que se ha vuelto muy común en nuestro país”, comenta el profesor de la UNAL.