Tumor maligno: mujer descubre grave diagnóstico tras acudir al médico por dolor de oído y mandíbula
Lo que parecía un malestar común se convirtió en un diagnóstico devastador: un tumor maligno cambió por completo su vida.

Lo que parecía un malestar común se convirtió en un diagnóstico devastador: un tumor maligno cambió por completo su vida.
Una mujer residente en Peninsula, Ohio, llamada Michelle Willard, enfrentó un cambio drástico en su vida y su salud luego de reportar dolores intensos de oído y mandíbula, síntomas que inicialmente fueron descartados como una simple infección.
Tras meses de malestar, los médicos descubrieron que los malestares que sentía Michelle eran a causa de un tumor maligno agresivo ubicado en un ganglio detrás de la oreja derecha, el cual obligó a los especialistas a extirparle parte del nervio facial debido a su extensión.
Este caso genera alarma por lo sorpresivo del diagnóstico y destaca la importancia de acudir al médico ante señales persistentes y síntomas que muchas veces pueden ser confundidos con patologías menos graves.
Según el testimonio de Michelle, todo comenzó un día que experimentó un intenso dolor de mandíbula el cual se trasladó a su oído derecho. Inicialmente, no prestó atención; sin embargo, al cabo de unos días notó la presencia de un pequeño bulto detrás de la oreja.
En un principio, la mujer asoció las molestias con una infección, así lo reveló en entrevista con el medio The Sun. "Lo asocié con un problema del oído interno, incluso con una inflamación dental”, señaló.
Cuando acudió al médico, tras una revisión general, recibió el diagnóstico de infección. Las molestias fueron tratadas con antibióticos; sin embargo, al cabo de un par de meses reaparecieron, lo que la obligó a regresar a revisión.
Tumor maligno
Esta vez, el profesional de la salud decidió indagar más a fondo con una tomografía para descartar cualquier posible enfermedad. El examen reveló que Michelle en realidad tenía un tumor en la glándula parótida.
El diagnóstico fue bastante aterrador. Días más tarde, una biopsia confirmó que se trataba de un tumor maligno que debía ser intervenido quirúrgicamente para su extracción. El médico le explicó a la mujer que padecía un tipo de cáncer conocido como carcinoma secretor, que es muy poco común y agresivo. Por fortuna, fue detectado en etapa temprana.
Luego de diez horas de cirugía, los especialistas lograron retirar la masa, y junto con ella extirparon alrededor del 70% de la glándula parótida, 23 ganglios linfáticos del cuello y la glándula submandibular.
En la misma cirugía, el rostro de Michelle fue reconstruido con un injerto de piel tomado de su muslo. Aunque la intervención fue bastante compleja, los médicos lograron llevarla a término con éxito.