EL NUEVO 'EMBAJADOR': Pichao borrará imagen “justiciera” de las FARC

Secuestro - Miércoles, 23 / May / 2007
 
Colombia.com
El policía John Frank Pinchao, que hace ocho días consiguió fugarse de los rebeldes de las FARC que le tenían secuestrado desde 1998, anunció que se encargará de borrar la imagen de "justiciera" de esa guerrilla en el extranjero.


"Voy a ser como una especie de embajador para abrirle los ojos al mundo" sobre la realidad de Colombia, dijo Pinchao en una conferencia de prensa después de recibir el alta médica.

Esta tarea se la ha encomendado el presidente, Álvaro Uribe, dijo Pinchao, que estuvo internado en el Hospital Central de la Policía Nacional en Bogotá desde su llegada el pasado miércoles.

Como "embajador", explicó, "voy a borrar esa imagen de la guerrilla justiciera que tienen en el exterior y dar la verdadera imagen, la realidad de la guerrilla hacia el país".


Una parte de ella es la que sufren los rehenes, observó Pinchao al narrar que él y sus compañeros de secuestro estaban confinados en bases rebeldes rodeadas de dos anillos en alambre de púas y en casas también "forradas" con este material.

Como ha hecho casi a diario desde que volvió, Pinchao rememoró los duros nueve años que pasó en poder de las FARC antes de regresar a su domicilio familiar en las barriadas del sur de Bogotá, donde sus convecinos le tributaron una calurosa recepción.

Los cautivos no cuentan con médicos desde hace años, según el relato del fugado, quien indicó que la salud está a cargo de enfermeros rebeldes que "intentan adivinar" qué tipo de enfermedades tienen sus rehenes, ayudados con "unos cuadernitos de la instrucción que les han dado y a través de la experiencia que han adquirido".

En opinión de Pinchao, a las FARC no le interesa el acuerdo humanitario para canjear a 56 secuestrados por medio millar de insurgentes presos.

"Me he dado cuenta que el acuerdo humanitario quedó por debajo del 'despeje' (desmilitarización de una zona)", dijo el policía, que el pasado 28 de abril escapó de los rebeldes en las selvas del Vaupés, departamento de la frontera este con Brasil.

Tras 17 días de caminata, Pinchao fue rescatado por efectivos antidroga que lo transportaron hasta Mitú, la capital del Vaupés, donde había sido secuestrado el 1 de noviembre de 1998 en un cruento ataque guerrillero a la base policial de la ciudad, distante más de 600 kilómetros de Bogotá.

Pinchao compartía campamento con la ex candidata presidencial colombo-francesa Íngrid Betancourt y los estadounidenses Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, así como con el ahora ex senador Luis Eladio Pérez y siete oficiales y suboficiales de la Fuerza Pública.

Por ellos, dijo, quiso regresar tras encontrarse con los efectivos antidrogas que lo llevaron a Mitú.

Pinchao observó que entre los cautivos se analizaba que el gobierno y las FARC coincidían en un acuerdo humanitario como vía para su liberación, pero que en esta postura se atravesó la condición rebelde de un lugar sin tropas como punto de encuentro.

En un principio, los rebeldes exigieron la desmilitarización de los departamentos sureños del Caquetá y el Putumayo, que tienen en conjunto 113.850 kilómetros cuadrados de territorio.

Luego redujeron el territorio por despejar a Florida y Pradera, dos poblaciones cercanas a Cali que suman 782 kilómetros cuadrados de superficie.

Desde que asumió su primer mandato de cuatro años, en agosto de 2002, Uribe ha rechazado esa condición de las FARC, el mayor grupo guerrillero de Colombia, con unos 20.000 combatientes.

La crisis se complicó con la extradición a Estados Unidos de "Simón Trinidad" y "Sonia", incluidos por las FARC en la relación de guerrilleros "canjeables".

Pinchao dijo que la reelección de Uribe y estas extradiciones, autorizadas por el presidente, desvanecieron las esperanzas de los cautivos de que habría un pronto acuerdo de intercambio humanitario.

"Nosotros (los rehenes) dijimos: 'Estados Unidos' no los va a devolver'", agregó el policía, y señaló que el caso angustió a los estadounidenses secuestrados, quienes han advertido de que en el momento en el que los dos rebeldes "se queden allá (condenados a prisión en Washington), no hay posibilidad para ellos de una liberación".

Con información de EFE

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