Por: Christopher Ramírez • Colombia.com

Día de la Tierra: COVID-19, resultado de la alteración del ser humano sobre la naturaleza

La alteración del orden natural del planeta, originada por el hombre, habría tenido como consecuencia la aparición de la COVID-19 en la Tierra.

Actualización
Personal de la Guardia Costera de Filipinas recogen basura a lo largo de la costa en la ciudad de Tanza. Foto: EFE
Personal de la Guardia Costera de Filipinas recogen basura a lo largo de la costa en la ciudad de Tanza. Foto: EFE

La alteración del orden natural del planeta, originada por el hombre, habría tenido como consecuencia la aparición de la COVID-19 en la Tierra.

22 de abril de 2021. Día de la Tierra. Un año, un mes y 11 días desde que la Organización Mundial de la Salud reconoció a la COVID-19 como una pandemia.

Tras más de 450 días viviendo con el nuevo coronavirus entre nosotros, cada vez es más evidente que esta enfermedad no solo ha afectado nuestra vida como seres sociales, sino también nuestra existencia como seres naturales.

La COVID-19 es, sin duda alguna, el fenómeno más importante de las últimas décadas, pues ha impactado de forma negativa en el ámbito económico, político y sanitario de todo el planeta. Sin embargo, nuestros ecosistemas no han sido ajenos a esta realidad, siendo testigos de los resultados de la degradación humana.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y su programa para el Medio Ambiente (PNUMA), “una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses”. Esto es, tres nuevas enfermedades que afectan de forma considerable el andar de los hombres y la mujeres cada año.

Sin embargo, esta entidad sorprende al asegurar que “de estas enfermedades, el 75% provienen de animales”.

“Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental”, añade.

¿Cómo se transmiten las enfermedades entre los animales y el hombre?

Desde que se diagnosticó el primer caso de coronavirus en China, el 31 de diciembre de 2019, diversas teorías han surgido sobre el origen de este virus. Para la mayoría de científicos que han analizado este fenómeno, la enfermedad podría haber surgido desde un mercado en Wuhan, en el cual se contrabandeaban animales que, en su mayoría, se encontraban en estado de descomposición.

Ahora bien, al parecer, detrás de todo esto también tendría participación una especie de murciélagos en los que se había diagnosticado el virus con anterioridad, aunque nunca con el poder infeccioso para contagiar al ser humano.

Pero, para la ONU, el mismo desarrollo de las actividades humanas consideradas como “normales” son las causantes de la transmisión de enfermedades propias de los animales al contexto humano.

“El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas)”, explica en su comunicado para este Día de la Tierra.

Armonía con la Tierra

Por esto, es importante reconocer que es la mano del hombre la culpable de esta pandemia. Los cambios en el orden natural de la Tierra han derivado en un quiebre en la relación simbiótica entre el hombre y los animales. La alteración ambiental genera caos como el de la COVID-19 en nuestro planeta.

“Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes”, destaca la ONU.

De hecho, es tal la importancia dada por esta organización al cuidado de nuestros ecosistemas naturales, que asegura que su restauración significaría dar un espaldarazo para “acabar con la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva” sobre nuestro planeta.

“Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra”, finaliza la ONU en su comunicado.