Por: David Ferrer • Colombia.com

Trump saca a su ficha en ICE por flojo: quiere más deportaciones

La Casa Blanca removió al director interino de ICE porque las cifras de arrestos y expulsiones no dieron la talla. Ahora buscan a alguien con mano más dura.

Foto: EFE
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La Casa Blanca removió al director interino de ICE porque las cifras de arrestos y expulsiones no dieron la talla. Ahora buscan a alguien con mano más dura.

La administración Trump ha tomado una decisión importante en la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al separar a Caleb Vitello de la dirección interina, cargo que ostentó apenas un mes. Esta medida se debe a que la Casa Blanca se mostró preocupada por que los índices de deportaciones y arrestos no alcanzaban los objetivos marcados.

Aunque Vitello dejará de dirigir la agencia, se mantendrá en ICE para coordinar las operaciones de campo, mientras se aguarda el nombramiento de un nuevo responsable que lidere la organización.

Esta reestructuración se enmarca en un esfuerzo más amplio por intensificar la aplicación de las leyes migratorias. De acuerdo con informes de The Washington Post, la decisión de cambiar a Vitello fue tomada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi L. Noem, sin que el presidente Trump interviniera directamente.

En su nuevo rol, Vitello tendrá la responsabilidad de dirigir las actividades relacionadas con los arrestos y las deportaciones, lo que refleja una estrategia orientada a acelerar el cumplimiento de los objetivos migratorios.

Fuentes citadas por The Wall Street Journal han sugerido que Madison Sheahan, quien actualmente funge como secretaria de Vida Silvestre y Pesca en Luisiana y fue asesora de campaña de Noem, podría ocupar un alto cargo en la agencia, aunque aún no se ha oficializado quién asumirá la dirección interina.

Desde el inicio de la administración Trump se impulsó una campaña sin precedentes en términos de deportaciones, fijándose metas diarias ambiciosas: se esperaba que cada oficina regional realizara al menos 75 detenciones, con un total que oscilaría entre 1,200 y 1,500 arrestos diarios.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos y el incremento en las operaciones, las cifras mostraron una tendencia descendente. Mientras que en los primeros diez días tras la toma de posesión se registraban en promedio 800 arrestos diarios, en el mes de febrero esa cifra bajó a menos de 600.

Entre las razones atribuidas a esta disminución, funcionarios de ICE señalaron que las listas de objetivos, preparadas antes de la llegada de Trump, ya habían sido agotadas y que, además, muchos inmigrantes se negaban a colaborar al no abrir sus puertas a los agentes, lo cual ralentizaba las intervenciones.

Por otro lado, el gobierno ha reforzado la seguridad fronteriza utilizando recursos militares. Se ha comenzado a invertir fondos del presupuesto militar para ampliar los centros de detención, y se han empleado aviones militares para deportar personas, incluso hacia destinos tan lejanos como India.

Además, se ha habilitado la base naval de Guantánamo para funcionar como centro de detención, donde se proyecta construir un campamento con capacidad para 30,000 camas. En este contexto, recientemente se deportaron 177 venezolanos desde dicha instalación.

Para lograr la meta de un millón de deportaciones anuales, ICE tendría que alcanzar más de 2,700 arrestos diarios, un objetivo que muchos expertos consideran prácticamente inalcanzable con los recursos actuales.

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