Por: Paula Castro • Colombia.com

IDEAM asegura que hay 71% de probabilidad de que el fenómeno de La Niña llegue antes de fin de año

El Ministerio de Ambiente y el Ideam dieron a conocer sus pronósticos sobre el fenómeno de La Niña tras la preocupación que genera en Bogotá. 

IDEAM asegura que el fenómeno de La Niña llegaría septiembre y noviembre. Foto: Shutterstock
IDEAM asegura que el fenómeno de La Niña llegaría septiembre y noviembre. Foto: Shutterstock

El Ministerio de Ambiente y el Ideam dieron a conocer sus pronósticos sobre el fenómeno de La Niña tras la preocupación que genera en Bogotá. 

La preocupación por el retraso de la llegada del fenómeno de La Niña ha ido en aumento por el nivel de los embalses que proveen de agua a la ciudad de Bogotá, pero además se espera que llegue con más baja intensidad de lo que esperaba. 

El Ministerio de Ambiente, en colaboración con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), ha revelado que tienen nuevas predicciones sobre el fenómeno de La Niña y aseguran que hay una probabilidad del 70% de que las lluvias comiencen entre septiembre y noviembre.

Pero aunque pueda llegar, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, aseguró que no será tan fuerte como esperaban: “Los efectos de lluvia asociados con La Niña pueden provocar algunos eventos extremos en ciertas áreas, pero dado que el fenómeno se espera que sea débil y se alinee con la temporada seca, las lluvias no serán excesivamente intensas. Aunque se prevé que estén por encima de lo normal, no alcanzarán niveles extremos,” explicó Muhamad.

El fenómeno se concentrará principalmente en las regiones Andina y Caribe. La ministra enfatizó la importancia de mantener medidas preventivas en Bogotá.

Sin embargo; la Ministra afirmó que esto no quiere decir que con la llegada del fenómeno de La Niña fuerte o moderado, la situación de los embalses vaya a solucionar, aunque dijo que sí puede haber un cambio en el aferente norte, es decir que los excesos de agua que se den en el sistema de abastecimiento de agua que dependen de los Andes pueden tener un poco más de agua y quizás aliviar en algo la situación. 

El riesgo de las pocas lluvias, añadió la Ministra, es el posible aumento en los focos de incendios forestales, que generan también acciones de deforestación y que ponen en riesgo la vida de las especies silvestres, la flora, pero también las comunidades y los ecosistemas.