A 40 años de Armero: el ministro Iván Duque Escobar fue alertado y no actuó, según testimonio
Un excongresista asegura que Iván Duque Escobar desestimó las alertas sobre el volcán del Ruiz antes de la tragedia que destruyó Armero.
Un excongresista asegura que Iván Duque Escobar desestimó las alertas sobre el volcán del Ruiz antes de la tragedia que destruyó Armero.
Después de 40 años de la tragedia que hizo desaparecer a Armero aún se buscan culpables, pues aunque fue una tragedia causada por un fenómeno natural, se presume que se pudo haber evitado la pérdida de tantas vidas humanas.
Las condiciones naturales fueron avisando poco a poco de la tragedia, los temblores, la ceniza, el deshielo del nevado, el crecimiento del río pudieron haberse tomado como el aviso de la naturaleza que las autoridades no quisieron escuchar, incluso las emisoras radiales lo minimizaron.
Sin embargo, antes de todas las señales inmediatas, un hombre dio aviso de lo que podía ocurrir meses antes, el profesor Fernando Gallego Jaramillo, quien gracias a sus estudios pudo notar lo que podía pasar con el volcán, pero él mismo dice que nadie lo quiso escuchar.
Las autoridades lo tildaron de ‘loco’, pues pensaban que solo quería desatar el pánico. El alcalde de la época era Ramón Rodríguez y se dice que ante los estudios y las señales él pidió al gobierno nacional un plan para evacuar a los armeritas.
La advertencia que Iván Duque no quiso escuchar
Belisario Betancur era el presidente en ese momento y su ministro de minas era Iván Duque Escobar, padre del expresidente Iván Duque, ambos fueron avisados por varias personas sobre la catástrofe que podía pasar.
Llama la atención el relato del ex representante a la cámara Hernando Arango Montenegro, quien cuenta cómo le advirtió al entonces ministro de minas, Iván Duque de lo que podía ocurrir, pero lo más curioso es la manera en que el ministro le respondió.
Según Arango Montenegro sostuvo una conversación con Iván Duque y le respondió con mucha ligereza “El ministro Duque Escobar me dijo simple y llanamente que yo era ‘apocalíptico’ y ‘dramático’ por decir que podía ocurrir una tragedia. Posteriormente, días antes de la avalancha, yo tuve oportunidad de solicitarle al ministro que pusiera unas alarmas, él me contestó que eran exageradamente costosas porque valían alrededor de US$ 2.000. Yo le sugerí que vendiera algunos de los automóviles del ministerio, pero lo tomó como un buen chiste o un llamado de atención que le estaba haciendo, y las cosas no fueron atendidas hasta que se produjo la catástrofe“.
Una acción podría haber hecho que la historia fuera completamente diferente y aún 40 años después muchos mandatarios políticos de esa época son cuestionados por su manera de actuar en ese momento.