¿Conoce la historia de Ofelia Uribe, una de las pioneras del feminismo en Colombia?

La historia de Ofelia Uribe no deja de ser el fiel retrato de la resiliencia y la fuerza de voluntad que caracteriza a la mujer colombiana. Nació en Oiba, Santander, el 22 de diciembre de 1900 y a lo largo de toda su vida luchó contra el establecimiento y la sociedad machista que en el siglo XX imperó en Colombia y del que tristemente aún quedan rezagos.

Fue la mayor y la única hija mujer de su casa, tuvo 5 hermanos hombres y tanto su madre como su padre eran fervientes seguidores del partido Liberal. Era la consentida del hogar y quizá por ese cariño (y por algunas rabietas que ella le hacía) su padre nunca le negó nada. Desde muy niña participó con sus hermanos en actividades que por esa época eran impensables para una mujer: montar a caballo, practicar tiro al blanco, manejar armas y leer.

“Un día en una visita cuando ya era señorita (…) dije que yo manejaba muy bien el revólver y que sabía apuntar, mi mamá se horrorizó. Dijo: “¡Pero niña! ¡Cómo va a decir semejante cosa tan horrorosa! ¿Una señorita echando bala y con un revolver en la mano? ¡Eso no se dice! (…) Empecé yo a darme cuenta de que había cosas que a las mujeres se les prohibía y a los hombres no ¿Por qué? Ahí empezó mi rebeldía”.

La educación y la mujer

La sociedad colombiana del siglo XX, conformada en gran medida por familias conservadoras, aún no veía con buenos ojos la liberación femenina y la igualdad de derechos. Así las cosas, la mujer no tenía sino tres caminos: el matrimonio, el convento o la vida de profesora, única profesión permitida para las mujeres. Ofelia quería estudiar y ante las pocas opciones y el disgusto de algunos familiares, ingresó a la Escuela Normal de San Gil, de donde se graduó como profesora en 1917.

Entrevista a Ofelia Uribe de Acosta en 1984.

“Mis tías le decían a mi papá que cómo iba a mandarme a mí a estudiar cuando lo que debían hacer las mujeres era aprender a coser, a cocinar, a manejar la casa y todos los oficios domésticos, pero el estudio, eso era para los hombres”.

Después de graduarse trabajó como profesora de primaria en el municipio de Simacota y fundó un colegio con ayuda de su madre. Sin embargo, la falta de recursos y de ayuda oficial generó su clausura en poco tiempo.

En 1924 la familia Uribe Durán se trasladó al municipio de Miraflores, en Boyacá, donde Ofelia conoció a Guillermo Acosta, sobrino del expresidente de Colombia Manuel María de los Santos Acosta, con quien se casaría en 1926.

Ofelia Uribe y una de las primeras capitulaciones en Colombia

Pocos días antes del matrimonio sucedió un episodio que por poco desemboca en el fin de la relación.

“él me dijo que de una vez me lo advertía, que de la puerta de la calle para afuera él era amo y dueño de todas sus acciones y que yo sería reina del hogar y dueña de todo de la puerta de la calle para adentro”.

La frase no le generó ninguna gracia a Ofelia, quien canceló el matrimonio ante la desigualdad de derechos que le advertía la frase. Guillermo Acosta, el prometido, habló de nuevo con Ofelia y le pidió continuar con las nupcias, propuesta que ella aceptó luego de firmar un documento que se convertiría en una de los primeras capitulaciones matrimoniales hechas en Colombia.

“Hicimos un convenio escrito en el que teníamos los mismos derechos, las mismas libertades y las mismas obligaciones”.

Ofelia Uribe aprendió mucho de Derecho Penal gracias a su relación con Guillermo Acosta, quien se graduó de abogado en Bogotá y fue designado como Juez en San Gil. Más adelante, cuando Ofelia se metió de lleno en la lucha feminista, Acosta se convirtió en una ayuda permanente, no solo en materia penal sino también en las labores del hogar. Cosa que para su tiempo no era nada común.

Ofelia Uribe y su lucha por la educación mixta

La lucha de Ofelia también incluyó la defensa de la educación de las mujeres en Colombia. Cuando sus hijas terminaron sus estudios en la Escuela Normal de Tunja quisieron seguir su formación en el Colegio de Boyacá, una institución tradicionalmente para hombres. La polémica no demoró y desde la iglesia algunos obispos y párrocos pedían retirar a las jóvenes del colegio bajo la amenaza de excomulgación, ya que mujeres y hombres no debían compartir salones.

El Ministro de Gobierno Darío Echandía tuvo que interceder y desde Bogotá, buscando sosegar el escándalo, ofreció una beca a las hijas de Ofelia Uribe en la institución que escogieran con la condición de retirarlas del Colegio de Boyacá. La familia no solo no aceptó la propuesta sino que se negó a retirarlas, por lo que los directivos del colegio se vieron obligados a buscar sedes anexas para las mujeres y una directora para ellas.

Este fue el inicio de muchas inscripciones femeninas en el Colegio de Boyacá, el inicio de la coeducación en Colombia.

La independencia económica de la mujer, el ejercicio de altos cargos y el voto femenino

Durante el gobierno del presidente Enrique Olaya Herrera y con el liderazgo de la también feminista Clotilde García Borrero, Ofelia Uribe apoyó la promulgación de la ley 28 de 1932, con la que fue posible dar a la mujer la libertad de administrar sus bienes sin la necesidad de un tutor varón por medio de la firma de capitulaciones matrimoniales. Dicha ley fue duramente criticada en su momento por “atentar contra el patrimonio familiar”.

“Decían que las mujeres que hablábamos sobre derechos políticos perdían el perfume de la feminidad. El perfume de la feminidad residía en la cabeza de la mujer y al menor contacto con las disciplinas de la inteligencia se evaporaba y quedaban convertidas en marimachos horrendos”

Asimismo, Ofelia Uribe de Acosta fue una defensora del derecho de las mujeres de desempeñar cargos públicos que conllevaran autoridad y jurisdicción, por lo que buscó espacios radiales en Ibagué, El Socorro y Cúcuta, para defender casos en los que se objetaba el nombramiento de mujeres en altos cargos, como le sucedió a Rosa Rojas Castro, la primera abogada colombiana, como Jueza Tercera del Circuito Penal de Bogotá.

El sufragio femenino también fue uno de los grandes logros de Ofelia Uribe de Acosta, que junto a mujeres como Lucila Rubio, Josefina Valencia de Hubach, Esmeralda Arboleda de Uribe y María Currea de Aya, pidió en varias ocasiones el reconocimiento pleno de los derechos ciudadanos de la mujer, objetivo que se materializaría con la aprobación del Acto Legislativo N°3 en 1954.

Portada de "Una Voz insurgente", libro escrito por Ofelia Uribe
Foto: Twitter @JuanBaUribe87

En 1963 publicó el libro "Una voz insurgente", en el que narró su lucha y la de su generación por reivindicar los derechos de la mujer y su papel en la sociedad. Durante su vida también incursionó en el periodismo, creando varios de los primeros espacios femeninos en los medios de comunicación como el programa radial "La Hora Feminista" y los periódicos "Verdad" y "Agitación Femenina".

Portada de "Agitación Femenina". La publicación se canceló por decisión del gobierno en 1946.
Foto: Twitter @CapitolioNal

Ofelia impulsó los derechos de las mujeres desde diversos espacios de la sociedad colombiana. Participó en política en grupos de mujeres y desde su vida personal trabajó incansablemente por la igualdad entre hombres y mujeres en Colombia. En 1984 fue homenajeada por la Biblioteca Nacional de Colombia y actualmente un colegio oficial de Bogotá lleva su nombre.