Golpe a la inteligencia: dos militares y una mujer habrían accedido a información presidencial
La captura de dos militares activos y una mujer que se hacía pasar por oficial de Policía, señalados de intentar infiltrarse en la seguridad presidencia

La captura de dos militares activos y una mujer que se hacía pasar por oficial de Policía, señalados de intentar infiltrarse en la seguridad presidencia
En las últimas horas, dos militares en servicio activo y una mujer que se hacía pasar por oficial de la Policía Nacional fueron capturados, un hecho que encendió las alarmas en las agencias de seguridad del país. De acuerdo con información publicada por El Tiempo, los detenidos habrían intentado infiltrarse en unidades estratégicas para obtener datos confidenciales sobre la seguridad y las actividades del presidente Gustavo Petro.
Las operaciones de contrainteligencia militar y policial, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, se llevaron a cabo el 19 de septiembre y terminaron con la detención de cuatro personas investigadas por revelación de secreto, concierto para delinquir, fraude procesal y prevaricato por omisión.
Tres de las capturas fueron por orden judicial, mientras que la cuarta ocurrió en flagrancia por delitos relacionados con porte y tráfico ilegal de armas y municiones, según reveló el medio. Entre los detenidos están Pedronel Jiménez Cárdenas, mayor del Ejército Nacional y hasta hace pocas semanas comandante del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas No. 5, una unidad encargada del tercer anillo de seguridad de la Presidencia, y el suboficial Cristian Padilla Villanueva, también vinculado a operaciones de protección presidencial.
A ellos se suma Luisa Fernanda Salgado Fernández, quien habría usado documentos y credenciales falsas para presentarse como policía bajo el alias de “Stephanie”. El cuarto capturado, detenido el mismo día, enfrenta cargos por posesión ilegal de armamento.
La investigación que inició en mayo, luego de que mandos militares alertaran sobre movimientos sospechosos. Según El Tiempo, Salgado Fernández logró colarse en instalaciones sensibles como el Batallón Guardia Presidencial, la Escuela de Caballería y la Dirección de Protección de la Policía, participando incluso en reuniones reservadas donde se discutía información de inteligencia y protocolos de seguridad del presidente.
La contrainteligencia de las fuerzas públicas estableció que en varias ocasiones la falsa oficial accedió a sistemas internos de seguridad, lo que representó un serio riesgo para la protección de datos clasificados. También se confirmó que los involucrados obtuvieron documentos y coordinaron operativos judiciales sin tener la autoridad para realizarlos.
Primeros indicios
La Fiscalía sostuvo que entre marzo de 2024 y abril de 2025, el mayor Jiménez, en su calidad de comandante del BAFUR 5, facilitó el ingreso de Salgado Fernández a instalaciones militares y su participación en actividades tácticas e informativas.
La investigación estableció que, entre marzo de 2024 y abril de 2025, el mayor Jiménez habría permitido el ingreso de Salgado Fernández a instalaciones militares y su participación en operaciones tácticas y de inteligencia. La mujer es señalada de hacerse pasar como capitán,… pic.twitter.com/v6eXLOzukr
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) September 24, 2025
La primera alerta surgió por la circulación de correos internos que advertían sobre una mujer que usaba identificaciones falsas en áreas restringidas. Gracias a estas maniobras, Salgado accedió a zonas reservadas y asistió a reuniones con mandos de alto rango, según el reporte del diario.
El caso preocupa especialmente porque uno de los detenidos tenía acceso directo al tercer círculo de seguridad presidencial, lo que aumenta las sospechas sobre una posible filtración de información sensible para la Casa de Nariño.
Cabe destacar que las autoridades analizan si los datos obtenidos llegaron a manos externas o si detrás de la infiltración hay intereses políticos. El medio de comunicación mencionado con anterioridad también informó que se investiga la participación de un asesor militar que habría asistido a reuniones confidenciales haciéndose pasar por uniformado.
Según la Fiscalía, documentos oficiales, imágenes aéreas, planes de allanamiento y reportes de inteligencia terminaron en manos de un civil. Parte de ese material habría sido usado para solicitar y ejecutar diligencias judiciales, engañando a fiscales y jueces al hacerles creer que provenían de fuentes legales y verificadas.