El órgano al que debes prestarle mucha atención si quieres una buena salud física y mental
Conservar la salud de nuestro intestino es fundamental para el bienestar físico y mental.
Conservar la salud de nuestro intestino es fundamental para el bienestar físico y mental.
Conservar una buena salud física y mental a lo largo de los años es el objetivo de todos los seres humanos; no obstante, factores como la mala alimentación, el sedentarismo, la contaminación, el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas, entre otros, pueden hacer que nuestro sistema se deteriore.
Los profesionales de la salud recomiendan una serie de hábitos saludables para llevar una vida plena, entre estos: hacer actividad física regular; tener una dieta rica en proteínas, frutas y verduras, y baja en grasas y carbohidratos; evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, no fumar y tener controles médicos anuales.
No obstante, existe un factor al que debemos prestarle mucha atención para conservar nuestra salud física y mental: el adecuado funcionamiento del intestino. Aunque algunos no lo crean, este órgano está estrechamente relacionado con el cerebro, por lo que influye mucho en el bienestar mental.
De acuerdo con expertos de la web Psychology Today, algunos estudios sugieren que “la fisiopatología de muchas enfermedades mentales comienza con disfunciones en otras partes del cuerpo, particularmente en el intestino”.
Según los especialistas, comprender la relación entre el sistema nervioso central (SNC) y órganos como el intestino sería la clave para encontrar nuevos tratamientos para combatir trastornos mentales como la depresión y la ansiedad y enfermedades como el Párkinson y el Alzheimer.
Anatómicamente, el tracto gastrointestinal contiene alrededor de 100 millones de células nerviosas que van desde el esófago hasta el ano, las cuales intervienen en múltiples partes del cuerpo, incluyendo el cerebro.
La conexión entre el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central hace que los cambios en el intestino influyan directamente en la función cerebral, por lo que un sistema digestivo saludable puede contribuir a mejorar no solo la salud general sino el estado de ánimo.
Profesionales de la salud destacan que un intestino sano ayuda a combatir infecciones y enfermedades gracias a que mantiene el equilibrio de las bacterias buenas y malas, pero también contribuye al bienestar general del cuerpo y la salud mental.
Muchos científicos han nombrado al intestino como el “segundo cerebro”, gracias a la complejidad de su estructura y a que controla el sistema nervioso entérico, cuya función es permitir que el intestino funcione de manera independiente del cerebro y coordine sus propias actividades. En ese sentido, se cree que este órgano es capaz de “pensar” y “actuar” por sí solo.
No obstante, debido a la comunicación directa que hay entre el cerebro y el intestino por acción del nervio vago, podemos sentir las emociones no solo en el cerebro, sino en el estómago, esta es la razón por la cual se producen dolores abdominales en situaciones de mucha tensión o estrés.
Los especialistas señalan que la clave para tener una buena salud mental está en la alimentación, ya que en el intestino se producen sustancias que son esenciales para el cerebro, incluyendo la serotonina, conocida como la "hormona de la felicidad". Para sorpresa de muchos, la mayor cantidad de esta hormona se produce en este órgano.
Múltiples estudios recientes han determinado que cuando la microbiota intestinal está alterada, se desarrollan con mayor facilidad problemas emocionales y trastornos mentales como la depresión o la ansiedad.
Entre las recomendaciones que se deben tener en cuenta para favorecer la salud gastrointestinal y regular la microbiota, además de una dieta equilibrada rica en fibra y el consumo de probióticos, según la app especializada en bienestar Fiton, están:
- Evitar los alimentos procesados
- Beber mucha agua
- Hacer ejercicio regularmente
- Reducir los niveles de estrés
- Dormir bien
“Aunque hay muchos factores relacionados con el estilo de vida que pueden favorecer y mejorar tanto la salud intestinal como la salud mental, nada sustituye a la ayuda profesional cuando está justificada”, destacan los expertos.