Inmigrantes latinos en EE.UU.: Ojo porque ´el vivo vive del bobo´

Los inmigrantes en Estados Unidos sufren a menudo de discriminación, racismo y xenofobia, situaciones que se han acrecentado desde que Donald Trump asumió la presencia de los Estados Unidos, debido a que su discurso en contra de la inmigración ilegal ha convertido a los inmigrantes hispanos en centro de atención y también en blanco del odio de muchos estadounidenses.

Que no te la hagan

Dice un viejo y conocido refrán que ´el vivo vive del bobo´ y eso sí que lo han entendido muy bien diferentes avivatos en los Estados Unidos que se han aprovechado de aquellos inmigrantes latinos recién llegados a suelo estadounidense.

Un venezolano que vive en los Estados Unidos hace más de 3 años quiso compartir una práctica poco ética que tienen algunos vendedores de automóviles en los Estados Unidos, con la cual se aprovechan de la necesidad de los inmigrantes recién llegados de obtener un vehículo para sacarles una buena cantidad de dinero.

Jonathan López es un venezolano que vive en la ciudad de Miami y asegura que el negocio de los vendedores de automóviles es una patraña bien montada que, aunque no se considera estafa en términos legales, está diseñada para acrecentar las ganancias a costa de la ignorancia del comprador, especialmente de aquellos inmigrantes latino recién llegados.

Con automóviles más caros, los inmigrantes ilegales caen en la trampa de los avivatos que, en su condición de vendedores de automóviles les presentan financiamientos con intereses más altos, además de productos innecesarios.

El desconocimiento de los inmigrantes recién llegados a los Estados Unidos sobre el crédito en este país son las herramientas que utilizan los vendedores de automóviles para aumentar sus ganancias.

López cuenta con una un perfil de Instagram y allí hizo un reel convertido en un asunto viral analizando cómo las prácticas de financiamiento de vehículos terminan en una pesadilla para los compradores, un ejemplo que ilustra es el de un inmigrante, proveniente de Venezuela, quien compró un automóvil Toyota Camry 2019 bajo la modalidad de financiación en 37.000 dólares, pero advierte que el mismo modelo se vende en el mercado por 24.000.

El inmigrante asegura que la desproporción es enorme porque al sumar el impacto de intereses y depreciación del vehículo, el comprador terminará pagando aproximadamente 45.000 por un auto de 24.000

De acuerdo con Jonathan López, los concesionarios cargan o incluyen cargos ocultos al precio del vehículo y anuncian precios atractivos, pero al cerrar la compra, aplican cargos adicionales no divulgados inicialmente como tarifas de certificación, protecciones antirrobo, recubrimientos de pintura y otros productos adicionales.

Se recomienda a los inmigrantes asesorarse de la mejor forma y comprender la cultura del crédito en los Estados Unidos para evitar ser engañados.