¡Un colombiano no se vara! ¿Cuál es el rebusque de los colombianos en Jackson Heights?
Los colombianos en New York, sin importar su condición migratoria, encuentran en el rebusque una forma para subsistir en medio de las dificultades y lo que significa ser inmigrante latino.
Los colombianos en New York, sin importar su condición migratoria, encuentran en el rebusque una forma para subsistir en medio de las dificultades y lo que significa ser inmigrante latino.
Los colombianos tienen en el ´rebusque´ una manera de ganarse la vida y en Jackson Heights, la ´pequeña Colombia´ en New York, la venta callejera de comida típica y las frutas son una forma de subsistir mientras se ´le hace el quite´ a la policía.
El Sabor colombiano
En la 83 con Roosevelt de New York es fácil entender que es una zona en la que los colombianos abundan y se delata su presencia porque visten camisetas de la selección colombiana de fútbol, y aunque no lo crean, existen hombres llamados Roosevelt, Jackson y Jefferson, todos nacidos en Colombia, el país del sagrado corazón y de la sagrada inmigración.
La televisión y las películas han mostrado esta zona miles de veces, una calle con un paso de metro elevado, apartamentos que reúnen familias trabajadoras que mientras cenan o duermen se acostumbraron al cimbronazo que produce, como decía el maestro Rafael Escalona, ese diablo al que le llaman tren.
Se habla español
En Jackson Heigths las cosas se llaman por su nombre y como está poblada por una marea de colombianos, las panaderías son panaderías y no bakerys, los asaderos de pollos son asaderos de pollos, los bananos son bananos y no bananas, los contaduros… pues chontaduros son.
El ´rebusque´ del colombiano en Jackson Heights consiste en las ventas ambulantes porque muchos de ellos no cuentan con condición legal de inmigración, por eso es común en esta zona encontrarse con puestos humeantes de fritanga, mazorcas y todas las delicias gastronómicas de la patria de los héroes Bolívar, Santander, Caldas, Sucre, Córdoba, Nariño (todos departamentos).
El riesgo de la subsistencia
En esta zona de la ´gran manzana´ están prohibidas las ventas ambulantes, pero los colombianos hacen todas las peripecias habidas y por haber para arreglárselas cuando la policía se acerca, y mientras a muchos habitantes de la ciudad este tipo de negocios no les agrada, existen muchos, sin importar nacionalidad, a quienes las arepas, los tamales, las empanadas, el mango, el tamarindo y hasta el mangostino, componen un manjar difícil de rechazar.
Los negocios en la zona de Jackson Heights son propiedad de colombianos en su mayoría, así como los empleados de los mismos, pero no todos los colombianos tienen esta posibilidad laboral y deben arriesgarse a las ventas ambulantes, un rebusque casi que registrado como marca nacional.