Víctimas de incendios en California se enfrentan a precios calientes de alquiler

La situación de emergencia por los incendios forestales en California se mantiene y se espera que los fuertes vientos comiencen a dar una tregua, además, se ruega al cielo para que las lluvias que deberían estar cayendo lo hagan y así ayude a poner fin a las llamas que han destruido todo a su paso y se han convertido en la peor emergencia padecida por este territorio de los Estados Unidos.

El contraste en California es devastador, mientras unos lloran por la pérdida de sus mansiones y buscan otro lugar para reconstruirlas, otros lloran porque lo perdieron todo y no saben qué es lo que va a pasar con ellos y sus familias, porque sencillamente ´quedaron en la calle´.

Otro problema incendiario: precio de alquiler

Los hoteles y diversos lugares de alquiler no dan abasto para atender a las más de 150.000 personas que fueron evacuadas y que, en su mayoría, perdieron sus casas y propiedades, pero luego de esta situación, deben ahora enfrentarse a otro problema: el costo del alquiler.

Muchas personas denuncian que inescrupulosos se están aprovechando de la situación y están cobrando alquileres por encima de lo que la ley permite, pescan en río revuelto a costa de la necesidad y el sufrimiento de muchos.

La ley permite que en estado de emergencia se haga un incremento del 10% en el valor de los alquileres, pero muchos han llegado a cobrar más del 50%, lo que mantiene indignada a la población afectada y ya tiene a las autoridades tras la pista de quienes están aprovechando la situación.

De acuerdo con las leyes de California, sobrepasar los límites establecidos para el cobro de alquileres puede ocasionar una multa económica y pena de cárcel para los infractores, además, los gobiernos locales y federal extendieron la declaración de emergencia hasta el 2026 para mantener el límite del 10% en el cobro de alquileres.

El drama de quienes se vieron afectados por los incendios apenas comienza y el gobierno prepara planes en su ayuda, mientras muchos de ellos buscan la manera de volver a reiniciar sus vidas, quizás en otro estado en donde las llamas no acechen como en California.