Gobernador de Texas ordena instalar 3 líneas de alambre en la frontera con México

El gobernador de Texas, Greg Abbott, se ha convertido en los Estados Unidos en uno de los más enconados personajes políticos en contra de la inmigración ilegal en su territorio y además ha sido el principal impulsor de la instalación de barreras físicas que intimiden y hagan desistir a los migrantes indocumentados cruzar la frontera e ingresar al país.

Los alambres de púas en la frontera entre Texas y los Estados Unidos no son nuevos, pues han sido puestos desde la administración de Donald Trump, pero durante el gobierno de Greg Abbott en el estado, su instalación se ha extendido a lo largo de la extensa zona limítrofe.

Hace unas semanas se vio a miembros de la Guardia Nacional retirando alambrados en la frontera entre Texas y México, lo cual fue interpretado por muchos como una señal de que el gobernador Abbott había escuchado las voces de protesta de oenegés y grupos de derechos humanos y a favor de los migrantes por considerar que atentaban contra la integridad física y la dignidad de los migrantes indocumentados.

El alambre, efectivamente se retiró, pero para ser reemplazado, algunos porque se encontraban deteriorados y otros para poner de remplazo uno con filosas cuchillas dobles, un empeño del gobernador que no escucha las críticas a esta política antimigrante.

Tres líneas de alambre han sido instaladas, lo que representa mayores dificultades y riesgos para los migrantes que quieren pasar a los Estados Unidos burlando las barreras físicas, quienes arriesgan si vida e integridad y también la de los niños, muchos de los cuales son bebés de brazos.

En el estado de Texas también se ha aceptado una partida económica para que las autoridades de migración cuenten con gas lacrimógeno y gas pimienta para ser lanzado a quienes pretender cruzar la frontera y así obligarlos a retroceder, medida que también fue protestada, pero que el gobernador Greg Abbott está dispuesto a utilizar.

La instalación de alambre de púas es considerada inhumana y muchos la comparan con las que ponían los nazis en campos de concentración para evitar que los detenidos escaparan de ellos.