Una artista de origen colombiano es la voz ´pintada´ de los latinos en EE.UU.

El arte siempre será una válvula de escape que refleja la realidad de una sociedad y en los Estados Unidos la figura de los migrantes tiene quien la reivindique en medio de la crisis migratoria, la estigmatización de los estadounidenses y del racismo.

Jessica Sabogal es una artista con sangre colombiana en sus venas, pues nació en los Estados Unidos, pero sus padres son colombianos que, como tantos, llegaron a Norteamérica buscando un mejor futuro para vivir y para formar una familia.

Nacida en 1987 en San Francisco, California, Jessica Sabogal siempre supo que el arte no es solo una cuestión de estética, ella comprendió que con este también se puede sentar una voz de protesta, se puede abrir la mente, ablandar corazones y fomentar el respeto y la tolerancia.

Sabogal estudió inicialmente Ciencias Políticas, pero luego logró involucrarse con su verdadera vocación, el arte, y gracias a las influencias del muralismo mexicano, desarrolló un gran potencial que se ha logrado amalgamar con su activismo y la cual se ha ido consolidando como la voz que representa a muchos inmigrantes e hijos de inmigrantes que sufren de discriminación por su origen y condición.

La muralista se ha especializado en el arte callejero porque con este puede llegar a más personas, pues lo suyo no es generar sobresaltos entre aquellos que señalan con el dedo, lo suyo es que quienes son estigmatizados puedan sentir que existe un grupo de personas que comprende su sentir y también su sufrir porque también lo han padecido y quieren cambiar la forma de pensar y actuar de muchos.

Jessica Sabogal se encuentra consolidando su nombre como una artista latina en los Estados Unidos y ha sido tal su reconocimiento que el partido demócrata la contrató para realizar un mural.

Jessica Sabogal es una artista que quiere que sus obras hablen por quienes se ven obligados a callar, entre ellos los inmigrantes ilegales que han construido país, pero son tratados con desprecio en una sociedad que muchos quieren integrar, pero que no perdona orígenes, orientaciones ni preferencias.