Ana María Porras, una colombiana homenajeada por el Museo Smithsonian de los Estados Unidos

Las mujeres colombianas son valientes y nunca se rinden cuando de luchar por sus sueños se trata, las mujeres de esta tierra sienten un especial amor por la ciencia, es una de sus grandes pasiones, y es por eso que en nuestro país existen muchas dedicadas a la investigación, infortunadamente no todas pueden desarrollar plenamente su trabajo por falta de apoyo, estímulos y una política estatal que haga de la ciencia el motor de desarrollo.

Ana María Porras, como buena santandereana, no se amilanó ante el reto de convertirse en una mujer de ciencia, pero una más, ella ha soñado con ser una de las más reconocidas, y con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación lo está logrando, y en el ámbito internacional su nombre suena, y con mucha fuerza.

Esta mujer lleva la ciencia en la sangre debido a que sus padres son ingenieros y su mamá fue docente en la Universidad Industrial de Santander, una de las instituciones educativas más prestigiosas del país.

Ana María se fue hace 13 años de Colombia hacia los Estados Unidos y allí ha logrado una importante e interesante carrera a la que le ha puesto el tesón de la mujer santandereana y colombiana, esta ingeniera biomédica se especializó en ingeniería de tejidos y con su trabajo e investigaciones se está convirtiendo en una autoridad en este campo que promete mejorar la calidad de vida de los seres humanos en un futuro, ojalá inmediato.

Es tan importante su trabajo que el Smithsonian, el sistema de museos más importante de los Estados Unidos la incluyó en una colección de estatuas de las mujeres más importantes de la ciencia en el mundo, esta muestra se estará presentando durante el mes de marzo en diferentes lugares de este país.

La estatua en tercera dimensión de Ana María Porras hace parte de un grupo de 120 científicas con importante liderazgo en diferentes campos, desde la protección de la vida silvestre, el descubrimiento de las galaxias, la divulgación de la ciencia, investigaciones para encontrar curas a enfermedades y hasta en el arte.

Ana María Porras no solo se encuentra dejando huella como una razón de satisfacción personal, lo hace para que muchos niños y niñas se motiven a encontrar en la ciencia una pasión en la que puedan dejar todo su talento y esfuerzo.

La docente bumanguesa de la Universidad de Florida inspira a las nuevas generaciones con aportar al desarrollo de la ciencia, y por medio de ella, obtener progresos para la humanidad, Ana María Porras es una magnífica embajadora de nuestro país en el mundo, una mujer que sueña con mejores oportunidades para sus congéneres en Colombia.