Diane Guerrero, la actriz de origen colombiano que lucha por una reforma de inmigración en los Estados Unidos

Una de las caras más prometedoras en el cine y en la televisión de los Estados Unidos tiene apellido latino, habla español perfectamente y es hija de colombianos, se llama Diane Guerrero y más que una actriz, es una mujer fuerte que se ha labrado un camino a pulso y con el amor de sus padres a la distancia.

Tenía 14 años y regresaba de la escuela cuando algo en su interior le indicaba que ese día para el que su propio padre la preparó, ese día que ella temía, había llegado, al entrar a casa la encontró vacía y de inmediato supo que sus padres ya no la acompañarían más en suelo estadounidense porque habían sido deportados.

En la edad más crítica de un ser humano, esa en donde se forma el carácter y se equilibran miedos y alegrías, una chica adolescente se quedaba en un lugar en el que nació, pero que, sin sus padres y hermano, podría parecer extranjero.

La historia de Diane Guerrero puede ser una de tantas en las que la deportación ha llenado de tristeza y dificultades la vida de muchas familias en los Estados Unidos, que por falta de documentos que certifiquen su condición de residentes legales han tenido que regresar a sus países de origen, dejando su sueño americano, sus cosas y hasta sus familias.

Diane Guerrero es una mujer valiente que lleva con orgullo sus raíces colombianas y que con talento y disciplina se abre campo en el mundo de la actuación pero como con una posición muy clara frente a la política de inmigración en los Estados Unidos, ella anhela, como tantos miles de latinoamericanos, que las leyes de naturalización en este país sean más flexibles con quienes han tenido hijos en su suelo y no tengan que ser deportados como si hubiesen cometido el más abominable crimen, solo por soñar con un mejor futuro para ellos y sus familias.

Esta talentosa mujer, nacida en New Jersey pero criada en Boston, es conocida por su papel de Maritza en la exitosa serie “Orange is the new black”, y en “Jane the virgin”, también es escritora y en su libro “El país que amamos: Mi familia dividida”, cuenta su experiencia ante el duro, triste y difícil momento que tuvo que vivir siendo una niña y que la separó de sus padres.

Diane es una mujer con el arte corriendo por sus venas y se ha convertido en una voz que clama por la revisión de las políticas de inmigración en un país que ella ama y que sueña con una mejor realidad para quienes vienen de otros lugares a trabajar duro y sacar adelante una familia, dos formas de engrandecer a una nación.

Diane se siente orgullosa de la nación en la que nació, pero también tiene el temple de las mujeres y hombres colombianos, por eso nunca ha dejado que la dificultad la venza.