Rodolfo Llinás, autoridad científica mundial que ha estudiado el cerebro humano hasta en el espacio

Rodolfo Llinás sí que sabe para qué sirve el cerebro humano, de hecho, ha dicho en varias oportunidades que las personas solo usamos un pequeño porcentaje de él.

Este científico de gran prestigio en el mundo es una autoridad en la Neurociencia, ha realizado importantes aportes al estudio del cerebro humano, como, por ejemplo, sus trabajos sobre fisiología comparada del cerebelo, las propiedades electrofisiológicas intrínsecas de las neuronas con la enunciación de la “Ley de Llinás”, y sobre la relación entre la actividad cerebral, las ondas cerebrales y la conciencia.

Rodolfo Llinás Riascos nació en Bogotá en 1934 y se graduó como Médico Cirujano en la Pontificia Universidad Javeriana y obtuvo doctorado de Neurofisiología en la Universidad Nacional de Australia, es profesor de la Universidad de New York y la mayor parte de su vida la ha vivido en el extranjero, además está casado con una filósofa australiana y tiene dos hijos, razones que harían creer que el científico colombiano más importante del último siglo ha dejado de sentirse colombiano, pero el país que lleva en su cerebro y en el corazón se nota al explicar las razones de sus triunfos con una frase muy nuestra: “esto es moliendo sin parar”.

Su consolidación como estudioso del cerebro, luego de explicar al mundo científico cómo funciona esta parte imprescindible del hombre, tiene que ver con que el bogotano participó en el programa del grupo de trabajo Neurolab de la NASA, una misión que estudió el comportamiento cerebral en el espacio.

Fue Llinás Riascos quien como Director de Neurociencias de la Agencia Espacial de los Estados Unidos diseñó en tierra algunos de los experimentos que los astronautas desarrollarían en el espacio, y gracias a su aportación y conocimiento, se lograron entender diferentes comportamientos fuera de este mundo, tanto en humanos como en animales de laboratorio.

Rodolfo Llinás ha recibido numerosos premios a lo largo de su exitosa carrera, entre los que se destacan el ser Miembro de la Academia de Ciencias de Francia, el Premio Koetsler de investigación cerebral de Suiza, Diploma Cajal en Madrid, España, el Premio “Ragnar Granit” del Instituto Nobel de Estocolmo en Suecia, y otros en Valencia y Córdoba en España, Oslo en Noruega y Camberra en Australia.