Teatro Trail, ícono de la rica herencia hispana en la ciudad de Miami

Miami tiene sabor latino y nadie tiene duda de eso, inicialmente fueron los cubanos los que llegaron a la soleada ciudad del estado de Florida y la convirtieron en una especie de embajada isleña, pues su música, sus costumbres y hasta su particular forma de hablar el español y el inglés le pusieron un toque especial.

La comunidad cubana decidió tener un lugar en Miami en el que las manifestaciones artísticas de la isla pudieran congregarse y gracias a la ardua labor del actor y comediante cubano Armando Roblán el recinto cultural abrió sus puertas en el año 1930.

Con el paso de los años el teatro Trail se fue consolidando como un símbolo de la cultura cubana con la llegada de más cubanos provenientes de la antilla, sin embargo, con el retiro de Armando Roblán el teatro atravesó un duro periodo que terminó con su demolición, pero una empresa cultural logró remodelarlo.

En 2011 el teatro volvió a abrir sus puertas con la idea de ser lo que siempre fue, un espacio cultural para todos los latinos; un escenario que mantenga viva la herencia hispana en una ciudad que ha brindado a personas del continente un hogar lejos de su tierra, pero que le permite mantener un contacto vivo y fraterno con su sentir.

Marisol Correa es la actual directora de este ícono de la herencia hispana en Miami, esta actriz colombiana, recordada en su país por ser una de las protagonistas de la exitosa comedia encarnando “Dejémonos de vainas”, en donde interpretó el papel de Margarita, tomó las riendas del teatro Trail y en él ha logrado en los últimos años presentar diferentes espectáculos artísticos con sabor latino, y por supuesto, colombiano.

Marisol no solo es actriz, sino que también es empresaria y ejecutiva y su tenacidad, constancia y amor por el arte ha hecho que en el teatro Trail se hayan presentado diferentes creaciones para el deleite del público hispano en Miami y también para todo aquel que se quiera acercar al sentir latino.

Al frente del teatro Trail, Marisol Correa ha tenido momentos felices y otros no tanto, como suele ocurrir con la labor artística y del espectáculo, la lucha es ardua y se realiza día a día, por eso la llegada de la pandemia dificultó su labor, pero ella y su equipo no se dieron por vencidos y continúan en la lucha, porque lo suyo es verdadero amor al arte.