Millonarios y Santa Fe, atentos: Personería advierte problemas estructurales en el Campín

El estadio Nemesio Camacho, conocido cariñosamente como El Campín, ha servido a los bogotanos como primer escenario deportivo, desde su fundación, un lunes festivo 15 de agosto de 1938. Su césped vio correr detrás de un balón a Pelé, vio los primeros Juegos Bolivarianos de la historia y, además, acompañó a Colombia en el único título oficial ganado en casi 100 años de historia.

El coloso de la 57, casa de Millonarios y Santa Fe, ha sido el epicentro de tantas historias como corazones han latido en su interior. Un equipo paisa se llevó la primera Copa Libertadores; El mundial de 2011, eliminatorias, conciertos y un largo, larguísimo etcétera. El Campín ha acompañado a Bogotá a lo largo de 85 años de historia, razón por la que preocupa el último informe de la personería de Bogotá, con respecto a la construcción.

Y es que las noticias, realmente, no son buenas. El informe, presentado por Julián Pinilla, personero, habla de los diferentes problemas estructurales de la construcción, que podrían poner en peligro a los asistentes, si es que no se hace algo pronto. De esta manera, Pinilla Malagón comienza por destacar que el sistema de protección, el mismo desde 2009, ya se habría quedado corto.

Además, el funcionario afirma también que no se ha vuelto a intervenir para mejorar su capacidad, cosa que también estaría en deuda desde 2013. “El sistema de protección adoptado desde el año 2009 es insuficiente. Además, luego de 13 años tampoco ha sido intervenido de manera sustancial para ampliar su capacidad, únicamente se han realizado mantenimientos”.

Con respecto a las tribunas occidental y occidental sur, la personería deja claro que las silleterías no están ubicadas de la mejor forma por lo que, en caso de emergencia, la gente no podría salir de manera adecuada. La razón de esto es la poca distancia que hay entre gradas, algo que podría violar una norma técnica.

“Lo que ocurre en la tribuna noroccidental, denominada familiar y la tribuna occidental, que tienen filas con 115 sillas aproximadamente. Se dispuso silletería con espaldar, pero con su instalación se redujo el área libre de circulación de 75 a solo 30 centímetros entre gradas, situación que va en contravía de lo establecido en la norma técnica NSR-10 en la que se establece que, entre filas con más de 60 sillas, la distancia debe ser de 75 cm. La corta distancia entre cada fila dificulta el tránsito de las personas hacia la salida más cercana”

Además, Pinilla resalta que el sistema de pararayos podría ser insuficiente, por lo que esto se convertiría en un riesgo para los asistentes al estadio. A esto se suman inconvenientes en el sistema de aguas lluvias, lo que complica el actual estadio de la estructura, que podría ser el lugar en el que se llevaría a cabo la Copa Libertadores Femenina, en el segundo semestre de 2022.