¿Cuál es el verdadero valor de un hincha?

El problema de los hinchas es que no saben serlo. Ser hincha de un equipo no es para nada fácil, ser hincha integra felicidad, tristeza, paciencia, duelo, un sin fin de sentimientos que no cualquier persona puede explicar. 

Colombia.com - Opinión
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El problema de los hinchas es que no saben serlo. Ser hincha de un equipo no es para nada fácil, ser hincha integra felicidad, tristeza, paciencia, duelo, un sin fin de sentimientos que no cualquier persona puede explicar. 

Sin embargo, hay un fanatismo futbolero que aún no merece tener esa clase de hinchas, la clase de hinchas que no sabe gozar, disfrutar el fútbol como un deporte que merece respeto y la pasión necesaria para apreciarlo. 

Un verdadero hincha no es aquel que para sentirse bien y mostrar que ama al mejor equipo menosprecia, crítica, humilla o se burla de sus rivales. Que pasa por encima de los hinchas ‘contrincantes’ como un dios que lo puede y lo sabe todo sintiéndose superior por ser de equis equipo. 

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Aquel intolerante que anhela la derrota de la competencia a toda costa, causando polémica y rechazo entre equipos. Que no le importa la historia, si no el ahora, donde si su equipo está bien humilla al otro y si no el otro es un tramposo o suertudo, porque no puede aceptar, no puede reconocer que la competencia es buena. 

Un verdadero hincha se preocupa al 100% por su equipo, por sus triunfos, sus caídas, su proceso, la nómina, lo escucha en la radio o lo ve en la televisión.

No le importa si otros hinchas nacieron o no en la ciudad o país del equipo del cual son hinchas, porque ser hincha es de pasión no de región. 

Discute, se preocupa y está al nivel de los verdaderos problemas que atañen a nuestro país en contextos reales de violencia y por eso tolera. 

Aquel que cuando ve sus partidos, hace fuerza, le pide a Dios para que ganen, se muerde los labios, se come las uñas, golpea la mesa, se hala el cabello, brinca, salta, grita, llora, alega o ve el partido con hinchas del equipo contrincante. 

Goza del fútbol, él no necesita ponerle zancadilla o estar desprestigiando a sus rivales, porque con su equipo basta para sentirse realizado. 

Por lo que, la pasión hacia este deporte no puede radicar en la derrota del rival, si no en los altos y bajos del equipo al que se es, al que se le entrega tiempo, alma, corazón, cervezas, tristezas, llanto, gritos,  porque ser hincha no es ser hincha de triunfos o fracasos del otro. 

Por eso, no cualquiera merece ese título y el problema es que muchos creen serlo sin ni siquiera estar cerca. 

Gisseth Beltrán / Colombia.com