¡La telepatía es una realidad! Científicos descubren comunicación mental
¿Pensar y que otro escuche tu pensamiento? Sí, suena como a un 'superpoder' de algún superhéroe, pero es una realidad comprobada.
¿Pensar y que otro escuche tu pensamiento? Sí, suena como a un 'superpoder' de algún superhéroe, pero es una realidad comprobada.
Un equipo de científicos del Centro de Tecnología Biomédica (CTB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) lograron identificar la forma en la que dos cerebros humanos pueden comunicarse, a través de la telepatía.
¿Suena a ciencia ficción no? Pero es una realidad comprobada. Los investigadores conectaron dos cerebros, a través de una interfaz neuronal. A través de esto las personas "conectadas" pueden estar en habitaciones distintas y saber lo que sienten o piensan en determinado momento.
¿Cómo lo hacen? Los investigadores idearon unos electrodos a forma de casco. Esa interfaz trabaja cerebro-cerebro, pero es un proceso "inteligente" porque al parecer calcula los estados cerebrales de cada persona "conectada" y distribuye la carga cognitiva entre los miembros del grupo que realizan una tarea en común.
Mediante un análisis de la actividad cerebral, comparte la carga de trabajo entre todos los usuarios dependiendo del rendimiento cognitivo que tiene en ese momento "conectado".
Por ejemplo, según la investigación el electrodo sabía detectar cuando el cerebro de la otra persona estaba cansado, dándole los ejercicios menos complejos a este, y daba la carga restante al cerebro del otro participante, cuando notaba que éste estaba totalmente concentrado, repartiéndole los problemas difíciles, según el nivel de concentración.
"Las personas conectadas no pueden escuchar los pensamientos de sus compañeros textualmente", explica Alexander Pisarchik, investigador del CTB de la UPM vinculado al proyecto internacional, que ha sido publicado en la revista Frontiers in Neuroscience.
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"Pero los resultados que hemos obtenido pueden ser un punto de partida para el desarrollo de sistemas para la comunicación neural entre las personas, que permitan “sentir” las condiciones del otro y hacer que la interacción sea más eficiente", explicó Pisarchik.
Lo que identificaron los investigadores después del experimento con las personas "conectadas", era que según la complejidad del ejercicio, la función cerebral no conserva el mismo nivel de concentración cuando recibe información sensorial.
"El análisis de las señales del electroencefalograma mostró que la red neuronal del cerebro no puede procesar continuamente la información sensorial y, al mismo tiempo, mantener un alto nivel de concentración", afirman en un comunicado desde la UPM.
"Hay períodos de fatiga cognitiva, caracterizados por una disminución en la atención, y períodos de recuperación, después de los cuales la concentración aumenta nuevamente", concluyeron los investigadores.