Impreso en 3D, con cero producción de emisiones y casi invisible será el nuevo super yate

Se estima que este nuevo artefacto podría estar listo para el año 2030, su diseño está a cargo del diseñador italiano Joseph Forakis, quien se inspiró en el mar y la naturaleza, para darle forma con una estructura futurista que se complementa con la línea sostenible al ser invisible, producir cero emisiones, reduciendo de tal manera el impacto ambiental.

Su longitud será de 88 metros y claramente tendrá ayuda de las mejores tecnologías, como es el caso de la impresión 3D, la cual se encargará de crear el casco y la estructura en una sola pieza, teniendo como resultado una fortaleza lo suficientemente fuerte y firme pero que se produce con menos energía y material, dejando, así como resultado desde ya un menor impacto al medio ambiente.

En cuanto al diseño exterior, cuenta con un casco bajo y lineal, una proa aplomada y un acabado metálico plateado, este, precisamente será el encargado de que cuando esté navegando, la embarcación, se mimetice con los colores del mar y el cielo, pasando casi que sin notarse. Entre tanto el interior tendrá una maya, que permitirá que la luz se filtre a todos los niveles, así como una vista panorámica del lugar donde se encuentren.

Pero el interior es aún más llamativo, con su ‘el árbol de la vida’, que va desde el techo a través de los cuatro niveles con los que contará la estructura. Pero tiene su razón de ser no solo por el diseño de jardín, sino que tiene la característica de purificar el aire en el interior de Pegasus y crear una atmósfera más relajada. La base del árbol emerge de un estanque y está rodeada por un jardín zen y un huerto urbano, destacan desde ABC.

La parte superior del yate es exclusiva para su propietario, cuenta con una suite principal, orientada a proa, y una terraza privada. Otra de sus características importantes ubicadas en otros pisos son, una piscina, un club de billar, grandes salones de diseño minimalista, club de playa, spa, que cuenta con balcones abatibles, que se transforma en un solárium cerrado con paneles de vidrio deslizantes en el techo. “El resultado será una estructura fuerte y ligera producida utilizando menos energía, materiales, residuos, espacio y tiempo que la construcción convencional", destaca su diseñador.

Cabe mencionar que también tendrá paneles solares encargados de utilizar esa energía para convertir el agua del mar en hidrógeno, que se puede almacenar durante largos periodos de tiempo.