Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Más paisa que el pueblito paisa no hay

Un ejemplo claro de la expresión de la antioqueñidad es el pueblito paisa, un espacio que no es solo físico, es un estado permanente del alma que reconoce en la familiaridad el principio del progreso.

Actualización
El Pueblito Paisa es un tradicional símbolo de la ciudad de Medellín sobre el Cerro Nutibara. Foto: Facebook Pueblito Paisa
El Pueblito Paisa es un tradicional símbolo de la ciudad de Medellín sobre el Cerro Nutibara. Foto: Facebook Pueblito Paisa

Un ejemplo claro de la expresión de la antioqueñidad es el pueblito paisa, un espacio que no es solo físico, es un estado permanente del alma que reconoce en la familiaridad el principio del progreso.

Cuando se hace referencia de lo paisa siempre aparecen los fríjoles, la arepa y el infaltable “eh ave María pues”, pero si hay algo que lo resume y encarne es el pueblito paisa, un símbolo que hace de la cultura regional, una imagen de devoción.

Y es que, en tierra de devotos, solo hace falta un escapulario con el croquis del departamento para rezarle novenas y letanías, porque ser paisa es una cuestión de amor, fe, honor y orgullo, es una condición con la que se nace y que no admite más pasaportes que el colombiano.

@alvelpe

Y acá el Pueblito Paisa. ...

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En una época de reapertura, la gente quiere despresurizar la mente y el espíritu y una opción maravillosa es visitar el pueblito paisa, porque allí no solo se reafirman las raíces, sino que se le da sosiego al corazón en medio de una temporada rara y diferente, un tiempo que pide la intercesión de la madre Laura y el padre Marianito para que termine de una buena vez.

Para edificar esta réplica de una población típica antioqueña se escogió al cerro Nutibara, porque desde que Dios trazó sus pinceladas por estas tierras, esta montaña con nombre de Cacique vigila la vida de los habitantes de una villa llamada Medellín, que hoy es una metrópoli moderna y que representa altivez para todo un país.

@Telemundo

Desde Medellin, Colombia,...

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Vale la pena enamorarse de la cultura paisa y al visitar este símbolo de una raza que abrió progreso con machete, a lomo de mula y con arepas entre el carriel, se experimenta una emoción que solo los sentidos pueden comprender, porque aquí el orgullo viene como lo bueno, por partida doble, por eso se aprecia la bendición de ser antioqueño y colombiano.

Como toda población montañera que se respete, el pueblito paisa cuenta con iglesia para que apenas se llegue de la jornada, agradecer al creador porque no hubo mal en el camino y hasta una barbería para afilarse el mostacho despelucao con las faenas de la arriería.

Pero para que no digan que el pueblito paisa se quedó en otro siglo, el rock tiene su espacio, porque desde hace décadas, este escenario comparte el espíritu histórico con la onda musical local que llegó un buen día de la mano de unos mechudos, hoy ya sin pelo y se quedó para siempre.

Visitar el tradicional mirador de Medellín siempre será una experiencia muy emocionante y en épocas de pandemia, es un maravilloso plan que oxigena el cuerpo y agradece a la vida.