Por: Jessica Mutis • Colombia.com

Rocas vivas: Rumanía es el país que tiene uno de los fenómenos naturales más llamativos

El extraño misterio sucede en Rumania y ha sido tema de conversación por años entre los expertos geólogos.

Un misterio que reta a los expertos. Foto: Shutterstock
Un misterio que reta a los expertos. Foto: Shutterstock

El extraño misterio sucede en Rumania y ha sido tema de conversación por años entre los expertos geólogos.

Costesti, la ciudad rumana es el lugar donde acontece el fenómeno de las rocas “vivas” más exactamente a lo largo del río en Gresarea Brook, aproximadamente a 15 km de Horezu. Estas, en realidad han sido denominadas trovantes “piedras que crecen” en rumano. Estas se distinguen por tener una peculiar forma redonda y variar entre sus tamaños ya que las hay pequeñas que se pueden coger o muy grandes que pesan kilos. Los expertos no conocen bien sus orígenes o procedencia, pero se han venido estudiando por parte de científicos desde el siglo XVIII.

Entre las teorías se habló de posibles huevos de dinosaurio, fósiles de plantas o, en un planteamiento bastante más imaginativo, vainas alienígenas, señalan desde Hipertextual. Pero tras los análisis se concretó que se trata de casos de concreción, esto significa que son montículos de material incrustados dentro de capas de roca caliza, arenisca o esquisto. Aunque cabe destacar que, en el Congreso Internacional de Geología celebrado en Oslo en 2008, se planteó que no cumplían todos los criterios para ser consideradas como tal, señala el medio anteriormente citado.

Y es que su parecido con la reproducción de los seres vivos suele ser lo que más llama la atención pues se da a partir de la salida de estas de entre un material más blando que las cubre, similar a cuando un material externo se erosiona, por acción del viento o el agua, las trovant llegan al mundo como cuando alguno nace de las entrañas.

Por otra parte, cuando llueve son capaces de absorber el agua que contiene minerales en su interior, un proceso similar al de alimentarse, tras dicha absorción aumentan su densidad, pero también su volumen, creciendo como lo hacen los seres vivos.

Ahora bien, su diferencia radica en la velocidad del crecimiento puesto que, este sucede de a cinco centímetros cada mil 200 años. Esto las distingue de la mayoría de las piedras que no pasan por procesos de crecimiento, sino que se forman de otras maneras, rescatan desde el diario El Heraldo de Chihuahua.

Como dato curioso, estas piedras han sido declaradas monumento de la humanidad por la Unesco, dando a través del tiempo datos enigmáticos que retan a la humanidad para entender esta forma de vida.