Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Sáchica, Boyacá: la tierra de la cebolla y la cerveza, mucha cerveza

Sáchica, municipio del departamento de Boyacá es una tierra de cebolla, ancestro indígena y cerveza, mucha cerveza. En esta población se tiene uno de los promedios más altos del mundo en el consumo de la popular bebida amarga y espumosa.

En Sáchica podrá faltar el agua, la leche o el pan, pero la cerveza, ¡jamás!. Foto: Twitter @ColDesconocida
En Sáchica podrá faltar el agua, la leche o el pan, pero la cerveza, ¡jamás!. Foto: Twitter @ColDesconocida

Sáchica, municipio del departamento de Boyacá es una tierra de cebolla, ancestro indígena y cerveza, mucha cerveza. En esta población se tiene uno de los promedios más altos del mundo en el consumo de la popular bebida amarga y espumosa.

Sáchica es una población boyacense cuyo deporte más popular es el empinamiento de codo, no se trata de una nueva disciplina deportiva, de hecho, es tan antigua como la misma humanidad, pero los habitantes de este municipio del centro occidente del departamento son unos verdaderos campeones en el arte de beber cerveza, sí señor, porque “empujarse varias agrias” y seguir haciéndolo no es algo que logre cualquier mortal.

Sáchica es conocida por ser la capital de la cebolla, pero también por ser el lugar de Colombia en donde más cerveza se ingiere, por eso si visita esta bella población boyacense resultaría poco elegante negarse a una “fría” o decir “sin cebolla, por favor”.

Los indígenas que habitaron el municipio llamaban Sáchica a la fortaleza del soberano de su familia chibcha, y aunque los españoles azotaron, golpearon y diezmaron a su población conservaron el nombre indígena; los vestigios de la piedra en donde se imprimía castigo a los ancestrales habitantes, también se conservan.

Los Sachicenses se toman la vida con calma, si alguna vez sus ancestros sufrieron, ellos reconocen su sacrificio, pero pasan las penas, celebran las victorias y matan el tiempo “echando pola”, es tanto su consumo que cada uno de sus habitantes perfectamente puede tomarse al año unas 575 botellas de cerveza, por eso no es bueno quedarse “embotellado” cuando se siente a compartir unas cervecitas con los nacidos en esta tierra, y tampoco de por hecho que cuando decida tomarse unas amargas y se sienta un poco mareado avise a todos con un “me tomo la última y me voy”.

Sáchica y su vocación agrícola, en especial al cultivo de la cebolla cabezona, ha erigido un monumento para este fruto de la tierra, aunque se está haciendo tarde para hacerle uno a la cerveza, porque en este pueblo puede faltar la leche, el agua o el pan, pero la cerveza, ¡jamás!

Según cálculos de varias empresas fabricantes de cerveza, en Sáchica se tiene un promedio de consumo de cerveza más alto que en República Checa, supuestamente el lugar con el mayor índice de consumo, pero los sachicenses simplemente dicen que cómo hacen esos checos para tomar tanto.

La razón de los sachicenses para tomar tanta cerveza es que viven con sed, eso debido a los oficios que se realizan en el pueblo, allí la alfarería, la agricultura y la conducción de tractores, sencillamente secan la garganta, así es que hay que mantenerla fresca con unas buenas frías.

Esta población boyacense es un lugar muy tranquilo y si los camiones abastecedores de cerveza no llegan a tiempo se puede padecer una verdadera calamidad pública.