Cloro vs. jabón: ¿Cuál es la mejor opción para combatir el coronavirus?

Frente a la rápida propagación del COVID-19, el miedo en la sociedad ha incrementado, lo que ha llevado a muchas personas a actuar de forma desesperada para impedir a toda costa el contagio.

Una de estas medidas exageradas ha sido la compra excesiva en supermercados, en especial de productos de higiene para desinfectar diferentes superficies de sus hogares donde podría alojarse dicho virus. Sin embargo, es en este punto donde surge la pregunta, ¿qué tan eficientes son estos productos para la desinfección?

Por lo general, el producto que más se adquiere es el cloro, pues por mucho tiempo se ha utilizado para aquellas situaciones en las cuales se requiere una limpieza profunda para eliminar todo tipo de bacterias y partículas de suciedad; no obstante, lo que no se sabe es que es altamente nocivo para la salud del ser humano.

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Cuando de eliminar el virus se trata, los expertos recomiendan optar por una solución entre jabón y agua para evitar a toda costa el efecto perjudicial de un producto tan concentrado, como lo es el cloro. 

Al respecto, Jane Greatorex, viróloga de la Universidad de Cabridge afirma que “aplicar cloro sería como usar un mazo para aplastar a una mosca”; además, su fuerte composición podría provocar algunos problemas respiratorios al inhalarlo por largos periodos de tiempo.

Esta misma teoría fue confirmada por un artículo de la Sociedad Americana de Química publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology’, el cual revelaba que el gas cloro en combinación con la luz y los productos químicos que por lo general están presentes en los hogares, forman partículas en el aire que son dañinas al ser inhaladas.

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De hecho, las personas que abusan del uso del cloro pueden ser más propensas a contraer el coronavirus, debido a que este líquido debilita el sistema inmunológico, según explica Carlos Álvarez Flores, investigador del Instituto Politécnico Nacional de México.

El jabón, por su parte, podría ser una gran alternativa, bien sea aquel con el que se lavan las manos o el que se utiliza para los platos, pues además de ser efectivo para cualquier tipo de superficie, no es dañino para la salud; según Álvarez, esto mismo sucede con el bicarbonato de sodio, por lo cual también sería una gran opción.