¿Cómo llevar de la mano el sexo y la comunicación?
Podemos proponer algunos consejos básicos para una buena comunicación en la cama que quizás ayuden a romper ese incómodo silencio que existe en algunos casos, o a mejorarlo en otros:

Colombia.com - Vida y Estilo
Podemos proponer algunos consejos básicos para una buena comunicación en la cama que quizás ayuden a romper ese incómodo silencio que existe en algunos casos, o a mejorarlo en otros:
- Formular las peticiones empezando siempre por algo positivo y cariñoso.
- Expresarse en primera persona. Utilizar «yo», «a mí», en vez de «tú», ayuda a evitar la censura, los reproches y las acusaciones.
- Si preferimos que nuestra pareja cambie, por ejemplo, una forma de acariciarnos, es más cómodo para los dos decir: «A mí me gustaría...», en vez de: «No me gusta cuando tú...».
- Mantener un contacto afectivo frecuente (mimos, caricias, abrazos) que forme parte de la comunicación diaria.
- Pregúntale a tu pareja dónde le sería más cómodo hablar de relaciones y cuál sería el momento adecuado. A veces nos resulta difícil afrontar este tema y el hecho de que el otro lo haga de forma cordial, pero decidida, puede aliviar muchas tensiones.
- Sugiere la posibilidad de buscar libros sobre el tema sexual e incluso de tipo erótico, que den información acerca de la causa de vuestros problemas o ideas para enriquecer vuestra sexualidad.
- Propón a tu pareja hablar de las fantasías sexuales respectivas, lo cual contribuirá a promover la confianza y a romper las barreras.
- Si ante alguna propuesta sexual tu pareja te rechaza, no actúes como si ello constituyera una ofensa. La libertad para pedir debe ser la misma que para rechazar.
- Propón a tu pareja actividades que sean agradables y sensuales para los dos, y que aumenten la comunicación física, como por ejemplo ducharse juntos, hacerse un masaje o darse un baño de espuma.
- Durante la relación sexual, dile lo que te gusta, exprésalo con comentarios, con sonrisas o gestos de bienestar, gemidos y algún que otro gritito si eso ha de resultar grato. Esas expresiones hacen sentir confianza a nuestra pareja, porque ve que está logrando hacernos sentir bien.
- Piensa que nuestras preferencias sexuales van cambiando. Por eso, aunque sepas que una caricia le gusta, no abuses de ella y sigue probando otras cosas.
- Dile concretamente a tu pareja si prefieres unas caricias más lentas o más rápidas, suaves o con presión, aquí o allá... No dudes en mostrarle cómo te gusta que te toque. Guiarle la mano es una forma muy agradable de hacerlo.
- No esperes que todas las relaciones sexuales sean perfectas. Hay días y días, unos con más cansancio, preocupación, sensibilidad y ganas que otros. Tener unas expectativas demasiado altas va en detrimento de la realidad.
- Por último, si uno de los dos tiene un problema de funcionamiento sexual, ya sea un deseo muy bajo, dificultades para excitarse o para mantener la excitación, incapacidad para alcanzar el orgasmo o dolor al intentar el coito, hay que plantearse la posibilidad de acudir a un sexólogo.
- Toma la iniciativa y propón a tu pareja esta alternativa.
- Expresarse en primera persona. Utilizar «yo», «a mí», en vez de «tú», ayuda a evitar la censura, los reproches y las acusaciones.
- Si preferimos que nuestra pareja cambie, por ejemplo, una forma de acariciarnos, es más cómodo para los dos decir: «A mí me gustaría...», en vez de: «No me gusta cuando tú...».
- Mantener un contacto afectivo frecuente (mimos, caricias, abrazos) que forme parte de la comunicación diaria.
- Pregúntale a tu pareja dónde le sería más cómodo hablar de relaciones y cuál sería el momento adecuado. A veces nos resulta difícil afrontar este tema y el hecho de que el otro lo haga de forma cordial, pero decidida, puede aliviar muchas tensiones.
- Sugiere la posibilidad de buscar libros sobre el tema sexual e incluso de tipo erótico, que den información acerca de la causa de vuestros problemas o ideas para enriquecer vuestra sexualidad.
- Propón a tu pareja hablar de las fantasías sexuales respectivas, lo cual contribuirá a promover la confianza y a romper las barreras.
- Si ante alguna propuesta sexual tu pareja te rechaza, no actúes como si ello constituyera una ofensa. La libertad para pedir debe ser la misma que para rechazar.
- Propón a tu pareja actividades que sean agradables y sensuales para los dos, y que aumenten la comunicación física, como por ejemplo ducharse juntos, hacerse un masaje o darse un baño de espuma.
- Durante la relación sexual, dile lo que te gusta, exprésalo con comentarios, con sonrisas o gestos de bienestar, gemidos y algún que otro gritito si eso ha de resultar grato. Esas expresiones hacen sentir confianza a nuestra pareja, porque ve que está logrando hacernos sentir bien.
- Piensa que nuestras preferencias sexuales van cambiando. Por eso, aunque sepas que una caricia le gusta, no abuses de ella y sigue probando otras cosas.
- Dile concretamente a tu pareja si prefieres unas caricias más lentas o más rápidas, suaves o con presión, aquí o allá... No dudes en mostrarle cómo te gusta que te toque. Guiarle la mano es una forma muy agradable de hacerlo.
- No esperes que todas las relaciones sexuales sean perfectas. Hay días y días, unos con más cansancio, preocupación, sensibilidad y ganas que otros. Tener unas expectativas demasiado altas va en detrimento de la realidad.
- Por último, si uno de los dos tiene un problema de funcionamiento sexual, ya sea un deseo muy bajo, dificultades para excitarse o para mantener la excitación, incapacidad para alcanzar el orgasmo o dolor al intentar el coito, hay que plantearse la posibilidad de acudir a un sexólogo.
- Toma la iniciativa y propón a tu pareja esta alternativa.