Remedios caseros para tratar las ampollas de los pies

Los zapatos nuevos, por muy lindos que se vean tienden a dejar algunas ampollas en los talones, lo cual es muy doloroso al momento de caminar. 

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Los zapatos nuevos, por muy lindos que se vean tienden a dejar algunas ampollas en los talones, lo cual es muy doloroso al momento de caminar. 

A todas las mujeres nos encanta estrenar zapatos, lo único que no nos gusta son las molestas y desagradables ampollas que estos dejan en la parte del talón y en el dedo meñique.

Sin embargo, el error más común, y lo peor que una mujer puede hacer es intentar explotarlas, ya que estas pueden generar infecciones y serán mucho más dolorosas al caminar. Para evitar esto te dejamos algunos remedios caseros, ¡Toma nota!

Para aliviar el dolor de los pies generado por las ampollas, lo único que debes realizar es colocar agua a hervir, luego colócala en una tina y agrega cinco cucharadas de sal.

Sumerge los pies, es normal que al principio te duela pero es lo mejor para aliviar el dolor en los pies. Déjalos uno 20 a 35 minutos.

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El aloe vera es un excelente remedio casero para calmar el dolor y escozor, además permite la cicatrización y seca las ampollas rápidamente.

Solo debes tomar el cristal y colocarlo justo en la ampolla y cubrir la zona con gasa. Déjalo actuar toda la noche.

El ojo ayuda a reducir la ampolla y previene las infecciones que se pueden generar luego de romperlas. Para esta receta solo necesitas 100 gramos de tomillo y tres ajos.

Coloca a tibiar agua y agregue el tomillo, sumerja los pies durante 30 minutos. Luego sécalos muy bien.

Coja los tres tomillos y muélalos muy bien y con la ayuda de una gasa aplícalos sobre las ampollas. Esto actuará como un antibiótico natural.

El bicarbonato de sodio y el romero es la combinación perfecta para mejorar el estado de las ampollas, gracias a que es un antiinflamatorio.

Deberás llenar un recipiente con agua tibia y añadir cinco ramas de romero, dejá actuar durante 15 minutos. Después mezcla 200 ml de agua, 20 gr. de bicarbonato y 40 ml de agua oxigenada. Remueve muy bien todos los ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea.

Con un algodón colocá un poco de la mezcla en la zona afectada, deja actuar durante toda la noche.

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