Novena a Santa Marta para casos difíciles: conoce la oración que debes hacer cada martes

Miles de creyentes oran cada martes a Santa Marta para encontrar alivio en sus momentos más difíciles. Descubre cómo hacer la novena correctamente.

Por: Alexandra Méndez • Colombia.com
Cómo rezar la Novena a Santa Marta para casos difíciles. Foto: Shutterstock
Cómo rezar la Novena a Santa Marta para casos difíciles. Foto: Shutterstock

Miles de creyentes oran cada martes a Santa Marta para encontrar alivio en sus momentos más difíciles. Descubre cómo hacer la novena correctamente.

La novena a Santa Marta se ha convertido en tendencia en redes sociales en los últimos días, luego de que algunos influencers fieles y devotos compartieran testimonios sobre su efectividad para resolver situaciones imposibles o causas muy difíciles. 

Santa Marta, reconocida por su fe inquebrantable y su cercanía con Jesús, es considerada la patrona de los casos difíciles, el hogar y las amas de casa. Según la tradición católica, fue hermana de María y Lázaro, y destacó por su servicio y devoción. 

Hoy en día, su novena se ha convertido en un poderoso acto de fe para quienes buscan soluciones urgentes o milagros inesperados. A continuación te compartimos todas sus oraciones día por día y cómo rezarla. Recuerda hacerla todos los martes durante 9 días.

Novena a Santa Marta para casos difíciles

Oraciones de la novena para todos los días 

Por la Señal de la Santa Cruz...

Acto de Contrición. Altísimo y amantísimo Redentor Nuestro, por el incomparable e inexplicable amor que nos tiene Vuestro Sagrado Corazón, os hicisteis hombre como nosotros padeciendo los más acerbos dolores y menosprecios mientras vivíais, muy especialmente durante tu pasión y muerte en la Cruz, y por estos padecimientos te ruego humildemente que me perdonéis todos mis pecados de los cuales me arrepiento de todo corazón.

Perdón, dulcísimo Jesús mío, y por los padecimientos que sufrió vuestra Santísima Madre, por los merecimientos del glorioso Patriarca San José, y de su sierva Santa Marta me propongo nunca más pecar ayudado de vuestra gracia. Amén.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

Día primero 

¡Oh Santa Patrona mucho habéis aprendido de las enseñanzas de nuestro Divino Maestro, vuestra diligencia no se ha menguado sino más bien lo juntasteis con la mansedumbre y humildad de vuestro corazón. Por esta gracia que le concedió Nuestro Señor, interceded por nosotros pidiendo la gracia abundante para que podamos servirle más y más en esta vida y gozarle en la otra. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Día segundo 

Rogad a Dios, dulce Patrona nuestra, que seamos fieles en el desempeño de nuestros deberes cristianos, celosos en velar por la honra de Dios y así obtengamos después de todo una santa muerte. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Día tercero 

Gloriosa Santa, por vuestra diligencia en la oración y dulces coloquios con Dios alcánzanos de El la gracia de ser fervientes en la oración y constantes en el ejercicio de la virtud. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Día cuarto

Ruega por nosotros, Patrona nuestra, que Dios ilumine nuestro entendimiento, y nos conserve de las falsas doctrinas que el mundo propaga contra la Santa Iglesia de Dios. Queremos las enseñanzas de Jesucristo, las mismas que seguisteis y os empeñasteis a que otros las conozcan, tras grandes sacrificios, para que seamos dignos merecedores de la gloria eterna en el cielo. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Día quinto 

Amable Patrona nuestra y obediente discípula de Cristo, durante su vida mortal practicasteis esta hermosa virtud de caridad, rogad por nosotros a nuestro Divino Maestro que nos conceda la gracia de ser caritativos para con los indigentes, máxime para los que con la pobreza peligran caerse en pecados graves perdiendo el Alma por toda la eternidad. Amén.

Día sexto

Gloriosa Patrona, por la humildad que llevasteis hasta llegar a tan alta perfección, rogad a nuestro Señor Jesucristo que nos conceda la misma virtud de la cual mucho necesitamos en esta vida cotidiana en este valle de lágrimas. Esperamos de vuestro valimiento esta gracia para que un día podamos gozar con vos la eterna bienaventuranza. Amen.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio. 

Día séptimo 

Ayudadnos, Santa Marta, contra las asechanzas del mundo y de la carne, y alcánzanos de Dios la gracia de ser santos y puros. Socorrednos y ayudadnos; con vos queremos reinar en el reino de vuestro esposo, Cristo Jesús. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Día octavo 

Amabilísima Patrona nuestra, Santa Marta, con mucha devoción servisteis a Jesús y a María, y ahora que estáis gloriosa en el cielo y vuestro valimiento para con Jesús y su Santísima Madre es muy grande, pedidles que se dignen concedernos la gracia de la perseverancia final; y pedidles también que antes que demos los últimos sollozos de la vida tengamos un dolor perfecto de nuestros pecados y un ardentísimo amor a Dios y conformidad a su santa Voluntad. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Día noveno 

Santa Marta, ya que estáis en el cielo y conocéis el poder de San José, suplicad a tan bondadoso Patriarca que nos alcance de su Divino Hijo la gracia de vivir cristianamente, imitándole en la pobreza, en el cumplimiento de los mandatos de Dios y de nuestras propias obligaciones y mediante esto obtener la vida eterna en el cielo. Amén.

Rezar tres padrenuestros, avemaría, y gloria por las almas del Purgatorio.

Oración final de la novena para todos los días

Oración a la Santísima Virgen. Inmaculada Virgen María, soberana Reina de los ángeles y de los Santos, vuelve a nosotros estos ojos misericordiosos, y compadeceos de nosotros miserables pecadores que recurrimos a Vos. Bien lo sabéis, celestial Señora, el peligro que nos rodea y amenaza a nuestro cuerpo y alma; socórrenos y defiéndenos hasta que nos veamos libres en la tierra de los bienaventurados. Amén.

Sea en todo tiempo y lugar amado y bendecido el Amantísimo Corazón de Jesús.

¡Dulcísimo Corazón de María, sed mi salvación!