Cáncer de mama: el síntoma poco común que ayudó a una mujer a descubrir la enfermedad
Un signo poco común llevó a una mujer a descubrir que tenía cáncer de mama. Su historia alerta a miles sobre la importancia de escuchar al cuerpo.

Un signo poco común llevó a una mujer a descubrir que tenía cáncer de mama. Su historia alerta a miles sobre la importancia de escuchar al cuerpo.
Andrea Henderson, una mujer de 41 años, jamás imaginó que un dolor punzante en el pecho y una intensa fatiga serían las primeras señales de un cáncer de mama. Al principio, los médicos atribuyeron sus síntomas al cansancio y estrés del día a día, pero todo cambió cuando su pezón comenzó a sangrar.
Según el testimonio de la mujer, los primeros síntomas de la enfermedad iniciaron en un momento en el que su vida estaba bastante agitada, por lo que en un inicio no prestó mayor atención; no obstante, con el tiempo todo empeoró.
Cuando la fatiga y el cansancio se tornaron extremos, decidió acudir al médico; no obstante, en un primer momento el médico le indicó que no había nada de que preocuparse y que debía intentar bajar un poco el estrés y la intensidad de su rutina diaria.
Henderson regresó a casa más tranquila; sin embargo, su preocupación regresó intensificada cuando una mañana se percató de que su pezon estaba sangrando, en ese momento decidió solicitar una cita médica prioritaria.
“Fue una hemorragia espontánea y de inmediato llamé a mi médico de cabecera para una cita el mismo día”, comentó. El profesional de la salud la examinó y le descubrió un pequeño bulto en el seno derecho, por lo que decidió hacer exámenes más extensos.
Andrea fue remitida a la clínica del cáncer, donde le practicaron una biopsia que confirmó su mayor temor: tenía cáncer de mama HER2 positivo, una forma agresiva de la enfermedad que representa alrededor del 15 % de los casos.
Diagnóstico que cambia vidas
El diagnóstico fue bastante inesperado y devastador, especialmente porque ya había acudido al médico previamente y le habían indicado que todo estaba bien. “El consultor incluso me había dicho: 'Oh, no creo que esto se parezca al cáncer, lo he visto en muchas mujeres'", señaló.
Una resonancia magnética reveló que Andrea tenía un tumor de 4,9 cm en su pecho, con algunas células cancerosas agresivas. Los médicos realizaron una intervención quirúrgica para extraer la masa y reconstruir el seno.
“Fue aterrador. Sabiendo cuánto iba a cambiar la vida, me sentí horrible. Especialmente perder un seno, tienes que descubrir realmente que la belleza es profunda y no tiene nada que ver con cómo te ves", agregó.
Para sorpresa de Henderson, el tratamiento no quedó ahí. Los especialistas le indicaron que debía someterse a varias sesiones de quimioterapia y una terapia hormonal por diez años para evitar que el cáncer reaparezca.
Andrea ha decidido hacer pública su historia para concientizar a las mujeres sobre la importancia de hacerse exámenes de rutina para detectar a tiempo el cáncer de mama y solicitar al sistema reducir la edad para las pruebas diagnósticas.