¿Se duerme mejor solos o acompañados?: Esto dice la ciencia

Dormir es una función vital del ser humano, pues cuando dormimos nuestro cuerpo se recupera y se llevan a cabo diversos procesos esenciales para el adecuado funcionamiento del organismo. 

De acuerdo con la doctora Victoria Mery, neuróloga del Centro de Trastornos del sueño de la Clínica Alemana, la importancia de un buen sueño durante la noche radica en las funciones que el cuerpo cumple en este estado de reposo. 

“El sueño tiene múltiples funciones, entre ellas, la de restauración, la adaptativa y la de preservación, que incluyen biosíntesis de moléculas como proteínas, regulación de metabolitos, selección de conexiones neuronales, generación de nuevas neuronas y mantención del sistema inmune”, indica. 

La experta añade que "todo esto permite que procesemos la información que hemos adquirido en el día y ‘modulemos’ nuestras conductas y accionar, además de ayudar a reorganizar los pensamientos, lo que ayuda a que despertemos descansados y listos para afrontar un nuevo día”.

Aunque no se tiene una cantidad de horas exactas con la cual el ser humano culmine con éxito todos estos procesos, la experta estima que “un adulto requiere en promedio ocho horas, sin embargo, existe una amplia variabilidad individual, por eso lo importante es dormir lo suficiente para amanecer fresco y descansado al día siguiente”.

Pero igual de importante al número de horas de sueño es la calidad del mismo. Muchas personas se preguntan cuál es la mejor forma para dormir, ¿lugar?, ¿horario?, ¿solo o acompañado?. Pues bien, la ciencia parece tener la respuesta a esta última. 

De acuerdo con un estudio realizado por la Sleep Research Society, los adultos que comparten la cama con su pareja tienen mejor control sobre sus ciclos de sueño. En ese sentido, la recomendación es dormir con nuestro compañero sentimental en la misma cama. 

A diferencia de lo que muchos creerían, dormir en compañía tiene efectos positivos en la calidad del sueño. En este nuevo estudio se analizaron las encuestas de satisfacción realizadas a más de 1007 adultos de Pensilvania, llegando a la conclusión de que las personas que dormían solas tenían un insomnio mucho más severo que las que dormían acompañadas por su pareja.

Una de las conclusiones de la investigación es que dormir acompañados reduce la apnea del sueño, a la vez que disminuye los niveles de fatiga, depresión y ansiedad acumulados durante el día. 

“Aunque estés durmiendo junto a alguien que puede roncar y revolcarse, es simplemente beneficioso”, explica Michael Grandner, director del Programa de Investigación sobre el Sueño y la Salud de la Universidad de Arizona. 

Los investigadores indicaron que la razón por la cual las personas duermen mejor en pareja es gracias a la sensación de seguridad y socialización que ofrece la otra persona. Esto se debería a que en la prehistoria los humanos dormían en grupos para mantenerse a salvo de los depredadores.