Linfoma: mujer fue al médico por sufrir estrés y cansancio crónicos, y le dieron un diagnóstico aterrador
La mujer ignoró varios síntomas hasta que descubrió una masa extraña en su cuello y decidió acudir con un especialista.
La mujer ignoró varios síntomas hasta que descubrió una masa extraña en su cuello y decidió acudir con un especialista.
Las personas hoy en día llevan estilos de vida muy ajetreados, lo que hace que en muchas ocasiones factores como la salud y el buen descanso pasen a un segundo plano; no obstante, los médicos recomiendan estar muy atentos a las señales que envía el cuerpo, pues podrían ser cruciales para la detección a tiempo de cualquier enfermedad, de lo contrario, podría haber secuelas irreversibles.
En fechas recientes, se dio a conocer la historia de una mujer que por estar centrada en buscar empleo y una crítica situación sentimental, pasó por alto varios síntomas de una enfermedad grave. No fue hasta que su estado de salud empeoró que decidió prestarle atención a lo que había estado sintiendo meses atrás.
Se trata de Natalia Canella, cuya historia se remonta a 2018, cuando tras graduarse de Tasadora y Agente Inmobiliaria comenzó a buscar empleo en su campo, al tiempo que estaba atravesando por una crisis sentimental con su pareja.
Inicialmente, Natalia comenzó a perder 1 o 2 kilos al mes, lo que atribuyó al estrés de su situación; sin embargo, para mitad del año ya había bajado más de 10 kilos sin haber hecho ninguna dieta.
Cuando acudió al especialista, este confirmó que efectivamente su pérdida de peso inexplicable se debía al estrés, por lo que le recomendó iniciar terapia. Meses más tarde sus síntomas empeoraron y descubrió un ganglio inflamado en su garganta, por lo que regresó a la clínica muy asustada; sin embargo, una vez más la enviaron a casa con un diagnóstico errado.
Al regresar con su pareja, ambos decidieron que querían convertirse en padres, por lo que fue al ginecólogo para revisar que todo estuviera bien. La doctora le indicó que tenía un ganglio en la axila, lo que le hizo recordar a Natalia que meses atrás había tenido uno en su cuello.
Luego de varios exámenes y una cirugía de extracción, la mujer recibió un diagnóstico devastador: tenía un linfoma, un tipo de cáncer que aparece en el sistema linfático. “Cuando me operaron tuve que esperar el resultado de la biopsia un mes y estaba muy angustiada por lo que mi marido me llevó unos días a Córdoba para desconectar. Aún no tenía la certeza de que fuera un linfoma, pero los médicos ya estaban seguros, solo faltaba la confirmación”, dijo a La Nación.
Tras este diagnóstico, Natalia tuvo que ir a sesiones de quimioterapia; sin embargo, su estado de salud se deterioró mucho. “El pelo se empezaba a caer, las uñas se debilitaban y empecé a rogar que llegara pronto esa última sesión. Siempre me acompañó mi marido, él me ponía música, se ponía a ver videos conmigo y me transmitía la tranquilidad que necesitaba en ese momento”, dijo.
Por fortuna, su cuerpo resistió a la enfermedad y tras un tiempo de recuperación logró ser madre. “Mi vida es hermosa, hoy en día estoy mucho más tranquila que antes, con menos ambiciones y con muchas ganas de disfrutar de los momentos. Mi círculo íntimo durante y después de la enfermedad se cerró mucho, pero puedo decir que están conmigo las personas correctas. Esas que suman y que hacen bien”, comentó.