Por: UN Periódico Digital • Colombia.com

El suicidio, una problemática de la que no escapan los indígenas

Una investigación busca recuperar conocimientos de la medicina tradicional de comunidades indígenas amazónicas para dar salidas “no occidentales” a esta situación que requiere un manejo desde un enfoque diferencial.

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Una investigación busca recuperar conocimientos de la medicina tradicional de comunidades indígenas amazónicas para dar salidas “no occidentales” a esta situación que requiere un manejo desde un enfoque diferencial.

Como una epidemia, los casos de suicidio en las comunidades indígenas de la Amazonia se multiplican. En esos territorios son frecuentes las historias de un conocido, un amigo, un hijo o un hermano que ha pasado por estos episodios.

El panorama no es para estar calmados. Según cifras del estudio más reciente del Observatorio de Bienestar a la Niñez, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en los últimos años los departamentos que encabezan la tasa nacional de suicidios por cada 100.000 habitantes entre los 0 y 17 an~os corresponden a los que cuentan alta presencia de comunidades indi´genas.

Así, los departamentos que lideraron esa tasa en los últimos años fueron Vaupés en 2008, Vichada en 2009, Guaini´a en 2010 y 2014, Amazonas en 2011 y 2015, Casanare en 2012 y Guaviare en 2013.

Son tasas que quintuplican y doblan la media nacional, que en 2015 fue de 0,6 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en Vaupés fue de 4,58 y en Amazonas de 2,62. Pero la dimensión y la gravedad de estos datos son aún más en evidentes si se tiene en cuenta que se trata de departamentos cuya población no alcanza los 100.000 habitantes: Amazonas tiene 78.830 y Vaupés solo 44.928, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

“Cuando uno hace ese análisis de la estadística se da cuenta de que la magnitud de la problemática es mucho más compleja y dramática en cuanto al número de casos para los pueblos indígenas. Detrás de cada caso consumado también hay una gran cantidad de intentos de suicidio que generan alarma humanitaria”, asegura el profesor Julio César Mancipe Moreno, candidato a doctor en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Amazonia.

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Durante varios años el profesor Mancipe se ha acercado a esa realidad de los pueblos indígenas de la Amazonia en busca de explicaciones y de ofrecer un marco comprensivo pertinente que permita entender lo que hay detrás de las cifras. Por eso ha intentado descubrir el rostro humano que a veces se distorsiona por las estadísticas o pasa inadvertido entre los casos que no son reportados, tienen subregistro o aparecen registrados ante Medicina Legal como “causa por determinar”.

El objetivo que ha guiado el trabajo del profesor Mancipe es desarrollar un proceso de comprensión del fenómeno del suicidio en población indígena para proyectar procesos de acompañamiento y de intervención desde la medicina tradicional en esta población. Esta es una de las primeras aproximaciones realizadas hoy desde la psicología y la antropología a esta problemática en la región, donde las instituciones de salud por lo regular la abordan a ciegas, implementando protocolos que no son pertinentes

Según el profesor Carlos Franky, de la Sede Amazonia de la UN, codirector de la tesis doctoral, esas trasformaciones de sus contextos contribuyen a que la salud mental de estos pueblos se encuentre afectada, lo que ha desencadenado elevadas tasas de suicidio, alto consumo de alcohol y abuso de sustancias psicoactivas. “Eso sin contar con que en nuestro país antes y después del posacuerdo la población indígena fue una de las más afectadas por el conflicto, en términos de desplazamiento forzado, expropiación territorial y violencia sexual”, sostiene.

Conseguir una sanación propia

El ejercicio arrancó como un proceso de investigación acción participativa en el que el profesor Mancipe se acercó a las comunidades formando parte de sus realidades cotidianas, usos y costumbres, más allá de ofrecer un proyecto de investigación.

Según explica el profesor Jairo Báez, psicoanalista y codirector de la tesis doctoral, psicólogo de la UN, el propósito ha sido mirar qué se esconde detrás del suicidio en los indígenas, que no necesariamente se corresponde con las causas comunes que se encuentran en una población occidentalizada. “Precisamente, eso nos llevó a cuestionar la prácticas, técnicas e instrumentos que desde una psicología hegemónica, propia de un ambiente europeo y americano, solemos implementar allá”, dice.

“Nos acercamos a los líderes, a los chamanes, y particularmente a las familias cuyo núcleo ha atravesado por una situación de muerte por suicidio o de por intentos de este, con la intención de ayudar a mejorar la situación y de hacer un análisis psicológico básico pero que nos ofrezca herramientas propias de la comunidad que ellos han manejado ancestralmente desde su medicina tradicional. De esa manera queremos que se empoderen y desarrollen un proceso de sanación propia”, manifiesta el investigador.

Los resultados son prometedores. “En dos de las comunidades en las que logramos avanzar en ese ejercicio comprensivo empezaron a tomar decisiones autónomas independientes de las instituciones y de los saberes que los han abordado desde afuera”, asegura el docente. Añade que “empezaron a organizar trabajos de medicina tradicional y de recuperación de prácticas culturales de cuidado que lograron reducir las tasas de ocurrencia prácticamente a cero en los meses siguientes al acompañamiento”, indica el profesor Mancipe.

Otro caso destacado es el de la comunidad de Nazareth, donde en 2017 se presentaron otros cinco intentos de suicidio, uno de ellos con resultado fatal. “Aquí también se logró reducir la tasa, gracias al trabajo de curacas, chamanes, mujeres, jóvenes, y en especial de la palabra activa de los abuelos que son el alma viva de las tradiciones”, afirma el candidato a doctor.

Estos son pequeños avances alrededor de una situación que comienza a dar un poco de tregua. “Ayer se mató otro indígena a unos kilómetros de donde estoy”, relata el investigador desde el Vaupés. Más que un número, otra historia para estas comunidades que ya tienen demasiadas historias de este tipo que contar.