Boston tiene un toque colombiano que día a día se convierte en una marca imborrable
Boston es una ciudad en la que los colombianos tienen una historia con mucha tela que cortar y un futuro dinámico y promisorio.

Boston es una ciudad en la que los colombianos tienen una historia con mucha tela que cortar y un futuro dinámico y promisorio.
Boston, en el estado de Massachusetts, es una ciudad que durante las últimas décadas ha visto como colombianos de todas las edades llegan hasta su territorio para vivir una nueva vida, eligiendo este lugar de los Estados Unidos por sus inigualables características y por todas las oportunidades que ofrece.
La ciudad, que en gran parte de sus zonas manifiesta la imborrable huella irlandesa, con el paso de los años también ha visto una marca colombiana, pues personas provenientes de la tierra del café han llenado de aroma calles, plazas, edificios y hogares en este lugar conocido como la cuna de la libertad de los Estados Unidos.
Una colonia reconocida
Los colombianos son una de las colonias más representativas de la ciudad y se convierten en la primera colonia sudamericana y su origen se remonta a la década de los años setenta donde trabajadores de la industria textil comenzaron a migrar gracias al programa de trabajadores huéspedes H2.
La industria textil colombiana estaba afincada principalmente en Antioquia y en su capital Medellín se concentraron las principales industrias que hicieron reverdecer a la ciudad y a un departamento pionero que logró que muchos de sus habitantes se convirtieran en expertos trabajadores que pudiesen llevar sus conocimientos y sus capacidades a otras latitudes.
Motivados por una nueva vida en otro lugar, con mejores ingresos y la oportunidad de un futuro para sus hijos, connacionales oriundos de Antioquia y de su capital Medellín, viajaron hasta Boston y lograron enrolarse en la industria textil de este país, allí contribuyeron con su capacidad talento y conocimiento, mientras que otros, viendo que muchos de sus compatriotas viajaban a los Estados Unidos y allí se radicaban, decidieron hacerlo, no exclusivamente por un mejor porvenir, sino huyendo de difíciles condiciones de vida que los afectaban, entre ellas, la falta de empleo, de oportunidades y la violencia en los campos.
La inmigración colombiana en Boston tiene un símbolo y son los textiles, debido a que los primeros inmigrantes eran trabajadores de esta industria, pero con el paso del tiempo, compatriotas de todas las profesiones y condiciones viajaron a Massachusetts, y la gran mayoría se radicó allí porque encontró un lugar apacible y rodeado de compatriotas en donde un futuro mejor sí resultaba posible.
Inicialmente, muchos colombianos se instalaron en Lowell en donde existía gran número de industria textil, pero esta empezó a decaer y muchos terminaron llegando a East Boston, un barrio de características italianas que fue albergando a más latinos, hasta que los colombianos se convirtieron en uno de los grupos de inmigrantes más grandes.
Otros lugares de concentración de colombianos son los barrios de West Roxbury, Roslindale, Jamaica Plain, Allston Brighton y Revere, cuentan con enorme población colombiana, la cual ha adquirido viviendas en las que todo lo colombiano impregna el ambiente de la zona.
Los colombianos quisieron mantener la unidad familiar y es por eso que sus enormes viviendas fueron acondicionadas para recibir a más colombianos y las panaderías, pizzerías, lavanderías, restaurantes, bares y tiendas colombianas dominan el escenario, y en muchos lugares de Boston todo huele, sabe y suena a colombiano, por eso es una de las colonias más reconocidas en la Ciudad de Boston.
Los nacidos en Boston, pero hijos de colombianos, mantienen el anhelo y el orgullo de una tierra colombiana pujante, briosa, trabajadora, respetuosa y que, en su historia y logros, todavía tiene mucha tela que cortar.