Por: David Ferrer • Colombia.com

El ICE no juega limpio: así cazan migrantes en Estados Unidos

Entre disfraces de policías y llamadas falsas, los agentes burlan la confianza de las comunidades para lograr deportaciones masivas.

Foto: immigration and customs enforcement
Foto: immigration and customs enforcement

Entre disfraces de policías y llamadas falsas, los agentes burlan la confianza de las comunidades para lograr deportaciones masivas.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) emplea diversas tácticas para realizar arrestos de migrantes, muchas de ellas consideradas engañosas por organizaciones defensoras de derechos.

Según el Immigrant Defense Project (IDP), los agentes del ICE se presentan en comunidades o residencias con estrategias diseñadas para evadir la necesidad de órdenes judiciales, como vestir de civil o usar uniformes que simulan los de la policía. Esta táctica busca generar confusión y aprovechar la confianza en las autoridades locales para acceder a información personal o domicilios.

Los agentes suelen hacerse pasar por detectives o fiscales, alegando estar investigando delitos relacionados con las personas a las que se dirigen, o utilizando pretextos como el robo de identidad de un familiar.

Estas prácticas no se limitan a visitas en persona, ya que también recurren a llamadas telefónicas falsas para obtener datos sensibles, simulando ser representantes judiciales o empleados encargados de devolver identificaciones extraviadas. Estas estrategias permiten al ICE actuar con eficacia en redadas sin necesidad de procedimientos judiciales formales.

El IDP, una organización que desde hace más de 20 años trabaja contra la criminalización y deportación masiva de migrantes, advierte sobre estas tácticas a través de su iniciativa ICEWatch, que documenta más de 1.400 redadas.

Según la organización, los agentes del ICE buscan a sus objetivos en sus hogares, trabajos o incluso en cortes y refugios, priorizando a personas que consideran amenazas para la seguridad pública o que ingresaron al país después del 1° de noviembre de 2020. Sin embargo, cualquier migrante puede estar en riesgo de arresto.

Ante estas prácticas, el IDP subraya la importancia de que las comunidades migrantes conozcan sus derechos. Recomiendan no abrir la puerta sin una orden firmada por un juez, no proporcionar información personal y ejercer el derecho a permanecer en silencio.

También sugieren prepararse con planes de emergencia familiar, evitar interacciones con el sistema penal y buscar asesoría legal antes de realizar trámites migratorios. Finalmente, ofrecen recursos como una línea de ayuda y orientación a través de su sitio web.

Artículos Relacionados