Indocumentados: el curioso escondite de un inmigrante que a lo Tarzán quería escapar de agentes de inmigración
El drama de los indocumentados en EE.UU. es tal que un inmigrante duró 8 horas trepado en un árbol mientras lo seguía el ICE.

El drama de los indocumentados en EE.UU. es tal que un inmigrante duró 8 horas trepado en un árbol mientras lo seguía el ICE.
Las redadas masivas son la herramienta más temida de los inmigrantes indocumentados porque a muchos de ellos los toma por sorpresa en cualquier lugar, a pesar de que existen grupos de migrantes que informan sobre la realización de operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ICE, por eso, para evitarlas hacen cosas extremas como treparse a un árbol.
A lo Tarzán
Los inmigrantes indocumentados que son ´pescados´ en las redadas tratan de hacer lo que sea con tal no ser detenidos y posiblemente deportados a sus países de origen, pero lo que hizo un hombre de nacionalidad guatemalteca ha generado todo tipo de reacciones.
Raúl Ical, obrero de construcción oriundo de Guatemala se percató de que oficiales de inmigración lo estaban siguiendo cuando se dirigía a su trabajo, fue entonces cuando de manera desesperada recurrió a una acción con la que pretendía evitar su detención.
San Antonio, Texas, es una de las ciudades que cuenta con una población hispana mayoritaria, pero esta no se encuentra en su totalidad con el estatus legal de permanencia, porque su condición limítrofe con México la ha convertido en punto clave de la inmigración irregular y hasta allí el obrero guatemalteco Raúl Ical llegó desde su país buscando mejorar su condición económica.
Cuando agentes del ICE seguían a Ical, este se aprestó a correr y decidió subirse a un elevado y frondoso árbol, escaló hasta su parte más alta y aferrado de las ramas permaneció durante 8 horas, mientras los elementos federales de inmigración le solicitaban que bajara.
Durante 8 largas horas, Ical se mantuvo entre las ramas del árbol soportando el clima cambiante de San Antonio y algunos residentes legales o estadounidenses de origen hispano que se percataron de la inusual escena le daban palabras de aliento y le recordaban al obrero que, a pesar de encontrarse en condición ilegal en los Estados Unidos, también lo cobijaban derechos.
Los agentes del ICE apostados alrededor del árbol sabían que Ical se cansaría y no tendría más opción que bajar o pedir que se le ayudara a hacerlo debido al cansancio, el estrés, el hambre y la sed, y luego de 8 largas horas se decidió por descender para luego ser detenido.
Esta es una curiosa e insólita situación, pero está enmarcada en un drama que tienen que padecer a diario millones de indocumentados en los Estados Unidos que, muchas veces, deben mantenerse escondidos en sus casas, pero, al igual que el obrero guatemalteco, se ven forzados a salir porque el hambre y las necesidades apremian.