43 grados de temperatura en Arizona y California ocasionan fallecimiento de 28 personas

El calor en California y Arizona es sencillamente insoportable, así se pudo evidenciar a través de los periodistas que cubren la Copa América en los Estados Unidos, quienes afirmaban que las temperaturas por esta época se encuentran alcanzando registros por encima de los 40 grados.

Si el calor es difícil de soportar para quienes viven en otro país y se encuentran de visita, no necesariamente sucede lo contrario con quienes residen en estos estados porque el calor es tan intenso que ha obligado a que por momentos se recomiende no exponerse al sol por largas jornadas y también que se sugiera no salir a las calles.

La alerta por la ola de calor ha obligado a que se extremen las medidas entre aproximadamente 67 millones de habitantes en esta parte de los Estados Unidos porque las temperaturas que alcanzan los 110 grados Farenheit, unos 43 grados centígrados, han ocasionado el fallecimiento de 28 personas.

Las personas con problemas de salud preexistentes son las más propensas a sufrir graves perjuicios por cuenta del calor, siendo los pacientes cardíacos y con tensión arterial elevada los más expuestos.
Las insolaciones y los golpes de calor se encuentran a la orden del día, por eso los hospitales y las instituciones de salud se encuentran atendiendo de forma permanente a personas con afectaciones por el sol y el calor.

Los efectos del calor pueden ser nocivos para las personas, pero también pueden ocasionar efectos forestales, los cuales han sido devastadores en los últimos años y han obligado a una movilización inmediata de autoridades, bomberos, cuerpos de socorro y hasta de la Guardia Nacional.

El calor también afecta a las redes eléctricas, las cuales trabajan forzadas al máximo para mantener activa la distribución de energía que permite mantener enfriamiento en hogares y centros de ayuda en los estados, esperando a que baje la temperatura y se reduzcan los riesgos.

Las tierras y los cultivos también sufren con la sequía y muchas cosechas podrían perderse ante la falta del riego necesario, encareciendo los alimentos, pero también haciendo que se presente escasez de los mismos.