Indocumentados son inmigrantes criminales para el gobierno de Donald Trump

La política contra los migrantes indocumentados en los Estados Unidos está basada en una retórica gubernamental sujeta a diferentes interpretaciones.

Los inmigrantes que no cuentan con estatus legal en los Estados Unidos son llamados indocumentados, sin embargo, ellos mismos y organizaciones que los defienden, no aceptan que se les llame inmigrantes ilegales, pero desde diferentes flancos de la administración de Donald Trump son llamados ´criminales´.

Las operaciones de registro y detención de inmigrantes indocumentados son conocidas como redadas y estas se vienen presentando desde el mismo día en el que Donald Trump se sentó oficialmente como presidente de los Estados Unidos en la oficina de la Casa Blanca el 20 de enero de 2025.

Las redadas han dejado como saldo centenares de detenidos, según el gobierno estadounidense, ilegales con crímenes graves cometidos, no obstante, existen quejas de que varios de las personas arrestadas no tienen delitos y su único pecado es residir en el país del Tío Sam sin estatus legal de permanencia.

¿Criminales?

Los indocumentados en los Estados Unidos consideran que existe una enorme brecha entre no contar con estatus legal de residencia y ser un criminal, pero para la administración de Donald Trump ambas condiciones son lo mismo y hacen que cualquier persona que no haya ingresado de manera legal a los Estados Unidos sea considerado un criminal.

El pasado 29 de enero se reunieron los principales líderes del partido republicano en la casa que Donald Trump tiene en Florida y allí, la secretaría de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que, para la administración de Donald Trump, todo aquel que viola las leyes de inmigración es un criminal.

“Si usted es un individuo, un ciudadano extranjero que ingresa ilegalmente a los Estados Unidos de América, es por definición, un criminal. Y por tanto, usted está sujeto a la deportación”, indicó Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca.

Con una retórica gubernamental a la que poco le importa la interpretación de inmigrantes indocumentados y sus defensores, las operaciones de arresto y deportación del gobierno y las autoridades de inmigración de los Estados Unidos prometen más detenidos y deportados.