Las deportaciones masivas de Donald Trump serían poco probables de pagar
Las deportaciones masivas de Donald Trump serían poco probables de pagar. A un costo de 88 mil millones de dólares anuales por 10 años, el plan del candidato no es un reto sencillo.
Las deportaciones masivas de Donald Trump serían poco probables de pagar. A un costo de 88 mil millones de dólares anuales por 10 años, el plan del candidato no es un reto sencillo.
Una de las principales promesas del candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos y también exmandatario de la nación, el magnate neoyorquino de 78 años, Donald Trump, consiste en que de llegar a la Casa Blanca nuevamente, emprendería un programa de deportaciones masivas de inmigrantes ilegales jamás visto en el país.
La crisis migratoria, que, según Trump, es culpa de la administración Biden y Harris, quienes han sido cómplices con el ingreso irregular de millones de personas que, en el territorio norteamericano se han dedicado a cometer todo tipo de delitos elevando los índices de criminalidad en la nación norteamericana a niveles nunca antes vistos.
A menos de un mes de la realización de los comicios que decidirán al nuevo mandatario de la potencia más grande del mundo occidental, el programa de deportación de Donald Trump ha sido analizado por el American Inmigration Council, Consejo de Inmigración Americano, y, de acuerdo a diferentes estudios, podría costar 88.000 millones de dólares anuales durante una década.
Donald Trump estima deportar acerca de 11 millones de inmigrantes irregulares así como a 2.3 millones que cruzaron la frontera en el último año, pero a pesar de las promesas muchos creen que esto no puede ser viable por el enorme costo que representa.
Si Donald Trump llega al poder, seguramente sus seguidores le pedirán que cumpla con su principal promesa de campaña, pero para cumplir con esto tendría que incumplir otra, y tiene que ver con que el candidato aseguró que reduciría los impuestos, sin embargo, todo el programa de deportación requiere de todos los recursos posibles y los impuestos serían una importante fuente de financiación, por lo tanto, estos tendrían que subir.
Una deportación masiva de inmigrantes haría que los Estados Unidos perdieran esa connotación de nación que recibe al mundo entero, es decir, un país de puertas abiertas en donde numerosas personas fincan sus esperanzas por un nuevo y mejor futuro, y todos aquellos que huyen de regímenes opresores pueden llegar a una tierra de libertad y esperanza.
La pérdida económica en lo que tiene que ver con detenciones, deportaciones y gastos en procesos judiciales, no son más que un rubro, porque debe tenerse en cuenta también la gran cantidad de trabajadores que se perderían, y, por consiguiente, podría generarse un colapso en la economía de la nación cuya influencia en el mundo es notoria y en la que se basa su poderío.
El adagio dice ´amanecerá y veremos´, y como primera medida hay que esperar si Donald Trump gana las elecciones, y si una vez en la Casa Blanca se le medirá al reto de llevar a cabo este ambicioso, y al parecer, nocivo plan.