Ballet Nacional de Colombia, el mejor embajador de la riqueza de nuestro país en el mundo

Si hay una forma más estética y agradable de mostrar lo mejor de Colombia es a través del baile, una forma de ver la vida y de sentirla, pero, además, un asunto fijado al ADN de cada colombiano, seres únicos que no bailamos el himno nacional, porque si se pudiese hacerlo, simplemente lo haríamos.

En seis décadas nuestro país ha sufrido muchos cambios y transformaciones, en sesenta años nuestra nación pasó de ser un lugar desconocido para muchos, a ser protagonista en diferentes ámbitos, y aunque pocos se nieguen a creerlo, el baile y nuestros rítmicos han colaborado en ello.

Colombia es tierra de culturas, somos una amalgama multicolor que tiene varios ritmos, pero un mismo sentimiento; los corazones de los colombianos laten al ritmo de tamboras, gaitas, acordeones, requintos, maracas y hasta con las carracas de un burro.

Una tarea que muchos consideraron que no tendría frutos, se convirtió con los años en la mejor representación de Colombia en el exterior, pues una bogotana con corazón Caribe llamada Sonia Osorio fundó el Ballet Nacional de Colombia, una mujer de tenacidad incomparable que le dio al folclor colombiano la difusión internacional que antes no tenía.

Nacida en el seno de una familia con mucho arte en las venas, Sonia Osorio nació en Bogotá en 1928 y su padre fue Luis Enrique Osorio, precursor del teatro en Colombia y su madre fue Lucía de Saint-Malo, quienes se trasladaron a la calurosa Barranquilla cuando ella era una bebé de meses.

El Caribe se metió en los poros de Sonia Osorio, y a pesar de que fue una mujer de mundo, el folclor colombiano se convirtió en su pasión y su razón de vida.

Alumna de grandes maestras del ballet, Sonia Osorio fundó el Ballet Nacional de Colombia, una agrupación folclórica, artística y creativa, que a través de la investigación de las raíces ancestrales y de la cultura colombiana ha aplicado técnicas modernas del ballet para resaltar la esencia de las tradiciones rítmicas y musicales de Colombia.

La cumbia, el currulao, el sanjuanero, el joropo y el mapalé, entre varios bailes tradicionales colombianos, fueron llevados por el ballet de Sonia Osorio a todo el mundo, Washington, Nueva York, Chicago, Miami, Paris, Berlín, Roma, Moscú, Varsovia, Belgrado, Budapest, Pekín y Tokyo, entre muchas grandes ciudades, han disfrutado de cada montaje del Ballet de Colombia, el cual siempre está lleno de colorido y despierta la admiración de los espectadores.

Muchos recintos culturales en el mundo han catalogado el Ballet de Colombia de Sonia Osorio, que ahora dirige su hija Silvana Obregón Osorio, como uno de los mejores espectáculos y sin duda, es una de las mejores representaciones de la riqueza cultural colombiana.