Por: Jessica Mutis • Colombia.com

Grafiti Tour Barrio Egipto: Un recorrido que no se puede perder si visita la Candelaria en Bogotá

El barrio Egipto, por muchos años se caracterizó por ser sinónimo de violencia, muertes y micro tráfico, pero sus mismos habitantes han querido cambiar esta imagen a través del arte.

Un recorrido imperdible y mágico. Foto: Youtube Lausa Sastre
Un recorrido imperdible y mágico. Foto: Youtube Lausa Sastre

El barrio Egipto, por muchos años se caracterizó por ser sinónimo de violencia, muertes y micro tráfico, pero sus mismos habitantes han querido cambiar esta imagen a través del arte.

La historia de este popular barrio, se recrea cuando un asentamiento indígena lo pobló en sus inicios, por ello es considerado uno de los más antiguos de la ciudad, que guarda en su arquitectura y calles empedradas algo de aquel tiempo, que se ha venido transformando para bien, después de haber pasado por tiempos difíciles entorno a problemas sociales.

Actualmente, algunos de los jóvenes ex pandilleros que estaban al frente del barrio luchando por las zonas y generando conflicto entre los habitantes, cambiaron su mentalidad para darle una oportunidad al turismo cambiando su territorio por un destino de paz y reconciliación a través de 33 murales, donde ellos mismos son los guías, sin embargo para hacer parte de la experiencia se recomienda acordar con los guías, muchos de ellos exintegrantes de pandillas, un punto de encuentro fuera de la zona.

De acuerdo a El Tiempo, el tour de grafitis nació en una cárcel, cuando su fundador, de quien una de las mujeres guía prefiere no decir el nombre, habló con otros presos provenientes de Medellín. Ellos le explicaron la iniciativa de un proyecto de turismo artístico por las comunas. Una vez el hombre recuperó la libertad, se decidió por “pasear gringos” por el barrio. Muchos no le creyeron, entre ellos Carmen, pero el proyecto se concretó, los grafitis fueron pintados y se echaron a andar los recorridos en los que los visitantes pagan 35.000 pesos -con refrigerio incluido- para apreciar durante dos horas los 33 murales pintados por artistas nacionales e internacionales del colectivo ‘Atempo’, que realizan intervenciones artísticas con sentido social.

La historia que representan estas pinturas está inspirada en las dos infancias paralelas que han albergado el barrio, las antiguas que nacieron al son de las discusiones y balas y las de ahora que tienen una esperanza de reconciliación y amor social.

Y como esta ejemplificación hay muchas otras, madres comunitarias dedicadas a la labor de cuidar niños también fueron representadas y para cerrar, está el mural de cierre de la Virgen de Guadalupe, considerada la patrona de los jóvenes que “viven en la delincuencia” y la advocación con la que las mujeres del barrio se identifican más, por "el dolor que ellas sienten por sus hijos muertos o presos”, señalan desde El Tiempo.