Por: Jessica Mutis • Colombia.com

El lugar menos accesible en la Tierra es el punto Nemo y se considera un “cementerio espacial”

Este remoto lugar está ubicado en el Océano Pacífico la zona más cercana se encuentra a unos 2.688 kilómetros de la zona de tierra más cercana.

El punto Nemo fue descubierto por un ingeniero croata llamado Hrboje Lukatela. Foto: Shutterstock
El punto Nemo fue descubierto por un ingeniero croata llamado Hrboje Lukatela. Foto: Shutterstock

Este remoto lugar está ubicado en el Océano Pacífico la zona más cercana se encuentra a unos 2.688 kilómetros de la zona de tierra más cercana.

La Tierra es un espacio lleno de misteriosos rincones con historias maravillosas, en esta oportunidad el punto Nemo es la representación del lugar más inaccesible que ha servido como cementerio espacial. Su nombre se debe, por el famoso libro vente mil leguas de viaje submarino del escritor francés Julio Verne y está exactamente ubicado en las coordenadas 48°52,6'S 123°23,6'O.  

A su alrededor solamente hay kilómetros y kilómetros de agua, siendo el trozo de tierra más cercano a él la isla Ducie, que forma parte de las islas Pitcairn, al norte. Al noroeste se encuentra Motu Nui, una de las islas de Pascua, mientras que la isla Maher, parte de la Antártida, se encuentra al al sur de este punto.
Fue en el año 1992 cuando se conoció gracias a un ingeniero croata llamado Hrboje Lukatela quien usó un programa de geolocalización y lo nombró «polo océanico de inaccesibilidad» pero luego la comunidad científica lo apodó Punto Nemo.

Por su parte, se denomina que es un cementerio espacial ya que ha sido usado por diversas agencias espaciales del mundo para desechar material, fragmentos de satélites o naves espaciales que claramente no representan ningún problema para el ecosistema.  

"Excepto en casos de algún derrame de combustible, no deberían representar una amenaza para la vida acuática, además crean hábitats colonizados por cualquier cosa y por todo lo que vive en esas profundidades”. Afirma la arqueóloga Alice Gorman, de la Universidad Flindres en Adelaide, Australia.

Otro de los puntos que lo hacen atractivo es un extraño ultrasonido subacuático llamado el “Bloop” detectado en 1997 en el fondo del océano por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA). El ruido se recogió a menos de 2.000 kilómetros al este del Punto Nemo y su potencia fue mayor que el sonido de una ballena azul.

Una de las teorías en relación a este tema que tuvo gran acogida, fue que el sonido, posiblemente provenía de un gran monstruo submarino. La NOAA explicó en su momento que este sonido no se parecía a nada que hubieran escuchado antes”, pero finalmente confirmó que no era más que el ruido del hielo.

Indicando también que “El Bloop fue el sonido de un terremoto de hielo, un iceberg que se rompía y se desprendía de un glaciar antártico. Con el calentamiento global, ocurren más y más terremotos anualmente, que rompen los glaciares, se agrietan y finalmente se derriten en el océano” NOAA.