Por: Juliana Palomino • Colombia.com

Dormir mal podría traer angustia y depresión a tu vida

Cuida de tu sueño porque descansar bien equivale a tener buena calidad de vida.

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Descuidar tu sueño, es deteriorar tu salud. Foto: Shutterstock
Descuidar tu sueño, es deteriorar tu salud. Foto: Shutterstock

Cuida de tu sueño porque descansar bien equivale a tener buena calidad de vida.

Un estudio revela que más de 200 millones de personas alrededor del mundo sufren trastornos de sueño, con una preponderancia que prácticamente llega a encontrarse en el 50% de la sociedad y es un inconveniente que desata elevados costos médicos secundarios en los que se pueden contar el ausentismo laboral, los accidentes de tránsito e incluso algunas discapacidades.

Según comentan los expertos, se ha encontrado que estas alteraciones del sueño son más frecuentes en las mujeres ya que afecta a 2 de cada 3 pacientes, además de encontrarse comúnmente en personas mayores de 50 años.

A partir de un estudio del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad Loughborough se determinó que los altos niveles de angustia, depresión o ira en las mujeres están asociados directamente a trastornos del sueño como el insomnio.

Dado a que las mujeres realizan en el transcurso del día diferentes tareas en simultaneo, a la concentración que ejercen sobre cada actividad y por la complejidad cerebral, requieren de aproximadamente 20 minutos más de sueño que los hombres.

Para mantener tu organismo estable y trabajando de forma adecuada hay que tener en cuenta que pensar en un buen descanso, es tener calidad de vida, por eso debes prestar atención a las alteraciones que puedas presentar y tomar medidas para regularlas para poder dormir de forma adecuada y mantener salud y bienestar en tu vida.

Rutinas como adecuar los espacios para descansar, hacer ejercicio a diario, tener una cama cómoda y controlar temperatura y ruido, incluyendo los aparatos electrónicos, son esenciales para afrontar cada día con energía y salud.

Para el doctor Edgar Osuna, experto en temas del sueño, “es fundamental establecer hábitos saludables, preservar los estados de luz y oscuridad para mantener el ciclo sueño-vigilia, evitar el uso de pantallas a altas horas de la noche, no pasar demasiado tiempo en cama y realizar rituales de relajación, son elementos esenciales para el adecuado tratamiento de los problemas del sueño”.

Es importante reconocer las fases del sueño, saber si se está durmiendo plácidamente e identificar si hay problemas para dormir. De ser así, debe consultarse al médico de confianza para obtener una evaluación adecuada.

El Dr. Osuna asegura que, si hay problemas para conciliar o mantener el sueño, “es necesario establecer un tratamiento apropiado de acuerdo con la causa y presentación clínica reduciendo los factores que puedan afectar los ejes hormonales reguladores del sueño, es por esto que la valoración médica y la identificación de cualquier trastorno es vital para establecer los pasos a seguir”.

Una persona promedio duerme alrededor de 8 horas al día, lo que suma 122 días al año, es decir, un tercio de su tiempo. Para poner un ejemplo, un ser humano de 75 años podría haber dormido un total de 25 años de su existencia.

Pues bien, el sueño está compuesto por dos fases básicas, la primera es el sueño Rapid Eyes Movement (Movimiento ocular rápido) o REM por sus siglas en inglés, y una segunda, el sueño No-REM que se divide en tres estados, los dos primeros de sueño ligero y el último de sueño profundo.

Es importante anotar que en estos estadios, el cuerpo entra en diversas fases entre las que están la relajación muscular, la desaceleración de la velocidad de los latidos del corazón, respiración, metabolismo y disminución de la temperatura corporal.

Durante la primera fase, es decir la REM, hay mayor actividad muscular y cerebral, en cuyos momentos ocurren los sueños y se tienen procesos neuronales importantes como la fijación de la memoria y el mantenimiento celular, entre otras.

Dichos estadios se alternan durante el tiempo del sueño, es así como la adecuada duración y sucesión de estos espacios constituyen una correcta estructura al dormir, características que permiten alcanzar el descanso correcto cada día.

¿Cómo tener un sueño reparador?

El ser humano está expuesto cada día a múltiples estímulos en el entorno: los teléfonos celulares, las luces, las pantallas de televisión, el ruido, la contaminación, la cafeína y las bebidas energizantes, entre otros temas, en los que se pueden sumar el estrés o las largas jornadas laborales, elementos que alteran las hormonas y el reloj biológico encargados de mantener los ciclos del cuerpo entre el día y la noche.

Se pueden combatir dichos estímulos para lograr un sueño tranquilo y reparador a través de acciones como no comer en exceso antes de dormir, tener rutinas diarias de ejercicio, alejar los aparatos electrónicos de la cama, apagar las luces, cuidar la temperatura del cuarto y establecer horarios constantes para dormir.

Sin embargo, hay que tener en cuenta un elemento indispensable en el buen dormir: La melatonina que también llamada "hormona de la oscuridad”, que se produce en varios órganos del cuerpo, principalmente en la glándula pineal y que, básicamente, se concentra en la regulación del ciclo sueño-vigilia.

La producción de melatonina tiene una evolución constante que comienza entre las 7:00 y 9:00 de la noche, alcanza una concentración máxima entre las 12:00 y las 2:00 de la mañana y cae entre 4:00 y 5:00 de la mañana.

Esta hormona actúa directamente sobre el reloj biológico y otros órganos, por lo que se hace necesaria para mantener una preservación adecuada del sueño.