En el Día Mundial del Corazón, tres consejos para un músculo cardíaco sano

El 29 de septiembre del año 2000 fue la primera celebración a nivel mundial del día del corazón, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO con la que se pretende dar a conocer mejores hábitos parar el cuidado de este órgano vital al igual que las enfermedades cardiovasculares y su tratamiento.

El corazón es el órgano muscular responsable de la circulación de la sangre en todo el cuerpo. Cuenta con varios vasos sanguíneos que impulsan la sangre desde y hacia el corazón y funciona ininterrumpidamente hasta la muerte. Funciona como una bomba que impulsa el oxigeno y los nutrientes necesarios para el buen funcionamientos de todos y cada uno de los órganos.

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De acuerdo a información suministrada por el DANE, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de decesos en el país, siendo la cardiopatía isquémica el padecimiento más común en el 16,5% de los hombres y el 16,7% de las mujeres.
Una vida con buenos hábitos alimenticios y ejercicio regular son la mejor manera de prevenir enfermedades cardiovasculares. A continuación te presentamos algunos consejos para un corazón fuerte y sano.

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1.    Una dieta balanceada para el corazón

Para el buen funcionamiento del corazón es necesario contar con hábitos saludables de alimentación. Los expertos recomiendan una alta ingesta de alimentos ricos en fibra y potasio, ya que ayudan a reducir la presión arterial y reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Un estudio realizado por el Journal of the American Collage of Cardiology reveló que consumir un 1,6% de potasio además de lo normal, podría disminuir en un 21% el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.

2.    La actividad física y los mejores ejercicios para el corazón

Una rutina de ejercicio regular es fundamental para que el corazón tenga un buen funcionamiento. El ejercicio ayuda a que el corazón bombee más sangre con cada latido, lo que a su vez contribuye a la oxigenación de todo el cuerpo.

Para una buena salud también es preciso mantener unos bajos niveles de colesterol malo, y qué mejor manera que por medio del ejercicio, que además ayuda a la aparición de HDL (colesterol bueno) que protege al corazón de posibles ataques.
Una sesión de ejercicio entre 30 y 40 minuto, 4 o 6 veces por semana, es suficiente para un corazón sano.

3.    El tabaco y el alcohol, enemigos de la salud cardiaca.

Algunos vicios como el tabaquismo y el alcoholismo pueden ser enemigos silenciosos de la salud del corazón. En el caso del tabaquismo, por ejemplo, es ampliamente conocido su efecto dañino para los pulmones, pero el daño que puede producir para el sistema cardiovascular es igual de alarmante.

Algunos estudios han evidenciado que el tabaco contribuye a que se presente taquicardia, alteraciones en el ritmo cardiaco, acumulación de placas de grasa en las arterias, y fomenta la formación de coágulos de sangre que pueden derivar un ataque cardiaco fulminante.

Por su parte, el alcohol puede producir daños graves en el funcionamiento del corazón. Las bebidas etílicas son toxicas para el musculo cardiaco ya que contribuyen a debilitar su fuerza de bombero, produciendo patologías como miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, entre otras.

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