Obesidad y depresión, algunas de las consecuencias de no dormir bien durante la cuarentena

En medio de la actual cuarentena obligatoria que se vive en muchos países del mundo por cuenta del coronavirus, muchas personas han señalado que sus rutinas diarias han cambiado de manera considerable, los horarios de sueño no han sido la excepción y esto podría traer consigo problemas aún más graves.

Esta no es ni la primera ni la única vez que se ha advertido de la importancia del sueño nocturno y de calidad para la salud de las personas. El Instituto Médico Europeo de la Obesidad, en uno de sus blogs, señala que se ha demostrado que los niños que duermen poco tienen mayor tendencia a ser obsesos, por otro lado, los menores que duermen menos de 5 horas duplican el riesgo de ser adultos obesos.

En los adultos, en cambio, la apnea del sueño puede influir en el metabolismo y los niveles hormonales, lo que a su vez influye en la manera en que el cuerpo procesa el azúcar en la sangre y derivarse en otros padecimientos de cuidado, como la diabetes. Además, puede afectar el apetito generando una constante sensación de hambre que a final de cuentas se resumirá en un inevitable aumento de peso.

El aislamiento también ha influido de manera negativa en los ciclos de luz y oscuridad, importantes en los ritmos naturales del cuerpo, que se ven interrumpidos y modificados, incluyendo los horarios del sueño. Dormir menos de 6 horas de manera reiterativa genera una acumulación de cansancio, lo que se deriva en irritabilidad, ansiedad y una alta predisposición a padecer de depresión.

El no salir implica en sí menos tiempo de luz solar, lo que también ha demostrado ser un factor que afecta el estado emocional de las personas. Estudios han demostrado que por ejemplo en los países nórdicos, donde existe una menor exposición a la luz, las tasas de suicidio son más altas que en otros lugares del mundo.

Autoridades médicas han recomendado establecer actividades diarias que permitan hacer buen uso del día a día. Definir rutinas de lectura y ejercicio también pueden ayudar a sobrellevar el tiempo de confinamiento. El mantenerse en contacto, haciendo uso de los medios tecnológicos y compartir en familia también es fundamental.