¿Cómo manejar el estrés por la rutina diaria? 8 cosas que debes y no debes hacer

El cuerpo constantemente manifiesta el sentir de una persona en posteriores problemas de salud o en cambios extraños en diferentes zonas, es por esta razón que cuando se padece de estrés o ansiedad es posible observar todo tipo de síntomas o incluso percatarse de que las enfermedades virosis o malestares son cada vez más frecuentes, probablemente por un debilitamiento del sistema inmune.

Y es que, son muchas las situaciones diarias que pueden generarte estrés, como por ejemplo la rutina, el comportamiento de otras personas y el constante contacto con ellas, los hechos que no se pueden controlar, la carga laboral o personal, entre muchas otras. Puedes saber que estás padeciendo un episodio de estrés con los siguientes síntomas, según ‘Mayo Clinic’:

• En el cuerpo: dolor de cabeza, tensión, dolor muscular, dolor en el pecho, fatiga, cambios en el deseo, malestar estomacal, problemas de sueño, enfermedades con frecuencia.
• En el estado de ánimo: ansiedad, desasosiego, falta de motivación o concentración, problemas de memoria, sentirse abrumado, malhumor o ira, depresión o tristeza.
• En el comportamiento: comer en exceso o muy poco, arrebatos de ira, abuso de alcohol o drogas, consumo de cigarrillo, evitar a los amigos y quedarse en casa, hacer menos ejercicio.

Precisamente, muchos individuos se dejan llevar por dichas sensaciones y algunos llegan a necesitar, incluso, el apoyo de profesionales de la salud para aprender a manejarlo. No obstante, hay muchas formas para aprender a controlarlo, según ‘Medline Plus’, y aquí te mostramos algunas de ellas.

Hay cosas que no se pueden cambiar

Lo primero que debes hacer para manejar el estrés es reconocer que hay situaciones que, por más que lo quieras, no podrás cambiar, por ende, lo único que puedes hacer es dejarlas ir y concentrarse en otras cosas más positivas. Por ejemplo, si vas manejando y hay congestión, es algo que no podrás arreglar, por ende, solo debes aceptarlo y buscar maneras para que el trayecto sea más ameno, como poner buena música o escuchar un audiolibro.

Evita lo que te genere más estrés

Al identificar que estás siendo víctima de un episodio de estrés, debes evitar o alejarte por un momento de aquello que te lo está generando, y de todo lo que pueda aumentar dicha sensación. Si estás resolviendo un asunto del trabajo que se te está complicando, levántate unos minutos, ve a dar una vuelta y respira para volver más despejado.

Haz ejercicio

Busca una actividad física que disfrutes, como caminar, ir al gimnasio, o lo que prefieras, y hazla todos los días. El ejercicio es crucial para evitar el estrés, pues al realizarlo el cerebro libera químicos que te ayudan a sentir bien.

Cambia tus ideas y pensamientos

Inicia por modificar la forma en la que ves la vida; cada vez que lleguen pensamientos negativos a tu cabeza, intenta cambiarlos por algunos un poco más positivos o esperanzadores. Ejemplo: no digas “no puedo hacer esto”, di “encontraré alguna manera de hacerlo”.

Haz algo que disfrutes

Intenta hacer por lo menos una cosa al día que te haga sentir mejor y que te guste, para aliviar las sensaciones de estrés y tristeza; puede ser leer un poco, escuchar música, desarrollar algún pasatiempo, entre muchas otras opciones.

Encuentra formas de relajarte

Es importante auto conocerse para saber de esta forma cómo calmarse en momentos de estrés. Prueba diversas técnicas hasta que encuentres la que sea efectiva en ti, como meditar, hacer yoga, respirar, concentrarte en otra actividad, o lo que prefieras.

Conéctate con tus seres queridos

Apoyarte en otras personas puede ser una buena manera de olvidar el estrés y, por ende, manejarlo. Pasa tiempo con amigos o familiares, y busca hablar con un ser querido de confianza para desahogarte y no reprimir sentimientos.

Duerme bien

El descanso es fundamental para pensar con claridad al día siguiente y tener más energía para enfrentar todo lo que llegue; el tiempo recomendado que debe dormir una persona adulta es entre 7 y 9 horas, para garantizar un buen sueño.

Cuidado con los hábitos

Debes mantener una dieta saludable, sin comer más o menos de lo recomendado. Además, evita caer en hábitos poco sanos para “controlar” el estrés, como lo es refugiarse en el alcohol, fumar, consumir alimentos con mucha grasa, entre muchos otros.

Aprende a decir “no”

Debes aprender a establecer límites, en tu trabajo, con tus familiares o amigos, en tu vida personal, y en cualquier ámbito, pues nada puede estar por encima de tu bienestar mental y emocional. Además, si lo consideras necesario, pide ayuda de personas cercanas o de un profesional.