Síndrome de fatiga crónica: descubren nuevas pistas que ayudarían a entender su origen
Se estima que entre 836.000 y 2.5 millones de personas en los Estados Unidos tienen Síndrome de Fatiga Crónica. Sus síntomas pueden variar entre paciente y paciente.
Se estima que entre 836.000 y 2.5 millones de personas en los Estados Unidos tienen Síndrome de Fatiga Crónica. Sus síntomas pueden variar entre paciente y paciente.
Si eres de las personas que les cuesta levantarse de la cama todas las mañanas y aún más trabajar o hacer algún deporte, es probable que estés atravesando por un cuadro del síndrome de fatiga crónica, una enfermedad muy común en la actualidad pero poco estudiada y en limitados casos diagnosticada.
Aunque el agotamiento físico y mental es completamente normal después de un día ajetreado o una semana de mucho trabajo e innumerables actividades, cuando se vuelve parte del día a día se convierte en un problema.
Para muchas personas afectadas con el síndrome de fatiga crónica no basta simplemente con "dormir bien", la razón es que no todos los tipos de agotamiento son iguales, puede variar la duración, la gravedad y la progresión en el tiempo.
Según el médico alemán y especialista en enfermedades psicosomáticas, Winfried Häuser, existen algunos criterios decisivos cuando se quiere averiguar si se padece fatiga crónica.
Para el experto, es necesario que uno mismo se observe de forma crítica y se pregunte: ¿Estoy cansado desde hace unos días o desde hace semanas? ¿Mejora el agotamiento descansando o no? ¿Ya no puedo hacer frente a la vida cotidiana debido al cansancio?.
Pero más allá de esto, se deben encontrar las causas de ese cansancio que nos está impidiendo realizar nuestras actividades cotidianas. Y es que en realidad la fatiga crónica, también conocida como Encefalomielitis Miálgica Posinfecciosa, va más allá de un estado de cansancio, pues tiene implicaciones en el sistema nervioso central, el sistema inmunológico y diversos sistemas del cuerpo.
De acuerdo con un estudio revelado recientemente en el que se realizaron extensas mediciones biológicas, los investigadores identificaron alteraciones biológicas en los pacientes y confirmaron otras que ya se conocían anteriormente.
Todos los pacientes estudiados tenían documentación de buena salud; sin embargo, un episodio de infección pudo haber sido el detonante de la enfermedad.
Tras este episodio, todos los participantes reportaron fatiga clinicamente significativa, síntomas físicos y una disminución en su capacidad funcional que fue de 1,5 a 2 desviaciones estándar peor que la población general. En resumen, estos individuos experimentaron un deterioro significativo en su salud y funcionamiento físico en comparación con la población en general.
Es así que los investigadores han determinado que las señales cerebrales de los pacientes con dicha enfermedad pueden emitir señales que detienen la actividad física, de forma similar a como una enfermedad obliga a descansar.
“Cuando tenemos una gripe grave, no podemos levantarnos de la cama”, le explicó a Science Jonathan Edwards, reumatólogo de la UCL. “Es un problema central de señalización” en el cerebro, concluye.