Donald Trump con insuficiencia venosa: ¿qué es y cómo prevenir esta enfermedad?
Donald Trump fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica. Conoce en qué consiste esta enfermedad y cómo puede afectar su salud a largo plazo.

Donald Trump fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica. Conoce en qué consiste esta enfermedad y cómo puede afectar su salud a largo plazo.
En las últimas horas, se conoció que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue diagnosticado con una enfermedad conocida como insuficiencia venosa crónica, una condición que afecta el flujo sanguíneo en las piernas y puede generar complicaciones si no se trata adecuadamente.
Esta enfermedad, común en adultos mayores, se produce cuando las válvulas de las venas no funcionan adecuadamente, provocando síntomas molestos e incómodos como hinchazón, dolor y sensación de pesadez.
El reciente diagnóstico del presidente ha puesto sobre la mesa los riesgos de esta afección, especialmente en personas mayores de 70 años, y ha generado preocupación sobre su salud y su capacidad para afrontar las exigencias de dirigir un país en estos tiempos.
¿Qué es la insuficiencia venosa crónica, enfermedad que afecta a Donald Trump?
Según expertos de Cliveland Clinic, la IVC es una enfermedad vascular que afecta directamente el sistema circulatorio, específicamente el sistema venoso periférico, que se encarga de llevar la sangre desde los tejidos del cuerpo de vuelta al corazón.
Los especialistas destacan que ocurre principalmente cuando las venas de las piernas se dañan y no pueden funcionar correctamente, provocando la acumulación de sangre en las piernas, lo que aumenta la presión arterial y causa síntomas dolorosos.
Causas de la insuficiencia venosa crónica
De acuerdo con los profesionales de la salud, la IVC que afecta a Donald Trump puede ocurrir debido a daños en cualquiera de las venas de las piernas, incluyendo las venas profundas (que recorren los músculos), superficiales (cerca de la superficie de la piel) y perforantes (que conectan las dos anteriores).
Síntomas
La insuficiencia venosa crónica afecta aproximadamente a 1 de cada 20 adultos y puede causar síntomas leves al principio; sin embargo, en sus fases avanzadas puede provocar complicaciones graves y afectar la calidad de vida de quien la padece. Algunos signos y síntomas son:
- Piernas doloridas o cansadas.
- Sensación de ardor, hormigueo o “alfileres y agujas” en las piernas.
- Calambres en las piernas durante la noche.
- Piel descolorida que luce color marrón rojizo.
- Edema (hinchazón) en la parte inferior de las piernas y los tobillos, especialmente después de estar de pie un rato o al final del día.
- Descamación o picazón en la piel de las piernas o los pies.
- Sensación de plenitud o pesadez en las piernas.
- Piel de aspecto correoso en las piernas.
- Úlceras (llagas abiertas), generalmente cerca de los tobillos. Si son muy dolorosos, podrían estar infectados.
- Varices.
Según la revista Time, esta enfermedad es más común en personas mayores de 50 años y está asociada a factores de riesgo como la edad avanzada, sobrepeso, embarazo, genética, estilo de vida sedentario y estar de pie durante períodos prolongados.
¿Qué tan peligrosa es la insuficiencia venosa crónica?
Los especialistas indican que la IVC en su fase leve no representa un peligro vital; sin embargo, puede causar molestias como pesadez, hinchazón, calambres o várices visibles; no obstante, en esta etapa se maneja bien con el uso de medias de compresión, ejercicio y cambios en el estupor de vida.
Cuando la enfermedad no se trata a tiempo puede convertirse en un problema más grave de salud, especialmente si hay factores de riesgo como obesidad, sedentarismo o antecedentes familiares. Si la sangre se acumula en las venas puede desencadenar.
- Cambios en la piel, manchas oscuras y sequedad.
- Ulceraciones venosas.
- Trombosis venosa superficial o profunda.
- Mayor riesgo de infecciones cutáneas como celulitis o erisipela.
- En casos más graves, limita la movilidad y puede derivar en una embolia pulmonar, que sí es potencialmente mortal.
La mejor forma de prevenir la enfermedad es mantener un peso saludable, evitar estar mucho tiempo de pie, hacer ejercicio con regularidad, elevar las piernas para descansar, evitar el uso de ropa ajustada y usar medias de compresión.